Según informó AENA, esta actuación se enmarca en su política de protección y respeto por el medio ambiente, prioridad contemplada en su Plan de Calidad, que establece el objetivo de la certificación ambiental y su renovación en todos los centros de la red con el fin de controlar y minimizar los impactos generados sobre el medio ambiente.

El aeropuerto de Burgos, el más reciente en abrirse al tráfico comercial de la red de AENA, ha obtenido esta distinción en un corto espacio de tiempo, ya que se puso en servicio el 3 de julio de 2008.

En el certificado están implicados tanto el personal de AENA que trabaja en la instalación aeroportuaria como el de compañías aéreas y otros operadores.

Asimismo, este certificado implica evaluaciones y controles periódicos anuales, con vistas a su renovación cada tres años, así como el reconocimiento y la validación internacional del esfuerzo y de las actuaciones que lleve a cabo en el área medioambiental.