Según explicó Juan Páramo, portavoz de la citada mesa, la futura norma podría suponer "graves consecuencias" no solo para el sector, sino también para la economía y el empleo en España.

Páramo alertó especialmente sobre la propuesta de posición del Consejo preparada y hecha pública por la Presidencia irlandesa y sobre la que los Estados miembro deben dar su opinión en la reunión de ministros de mañana.

Esta propuesta, dijo, "va incluso más allá que la propia propuesta de directiva de la Comisión Europea en cuanto a restricciones y prohibiciones, yendo así completamente en contra de los intereses de nuestro país y de los posicionamientos oficiales que se han trasladado hasta ahora".

Desde esta perspectiva, el representante de la Mesa del Tabaco consideró que el Ejecutivo de Mariano Rajoy debería manifestar su rechazo a este texto y pedir que el debate continúe para buscar un consenso que tenga en cuenta los intereses de España.

En concreto, Páramo pidió al Gobierno que mañana, en el Consejo de Ministros de Salud de la Unión Europea, recuerde los pronunciamientos realizados estos últimos meses tanto en el Congreso de los Diputados como por parte de parlamentos y gobiernos regionales.

Estos pronunciamientos, detalló, instan al Ejecutivo a buscar un equilibrio entre la protección de la salud y el mantenimiento de los puestos de trabajo de este sector.

A juicio de la Mesa del Tabaco, la directiva "pretende imponer restricciones extremas encaminadas a la estandarización del formato y sabor de los productos de tabaco".

Y todo esto, finalizó el portavoz del sector tabaquero en España, "lejos de conseguir los objetivos sanitarios que se persiguen, provocará un aumento muy significativo del contrabando", además de la vulneración de derechos de marca e industriales básicos y de la destrucción de empleo.