Así se recoge en el nuevo informe sobre dicha realidad presentado este miércoles con motivo del Día Mundial contra el Trabajo Infantil, a través del cual la OIT y Unicef quieren llamar la atención sobre el drama de estos menores.

En rueda de prensa, Nieto urgió a los gobiernos de países ricos a colaborar en la erradicación de esta lacra, lo que además “contribuirá a que más personas adultas puedan acceder al empleo”.

Asimismo, recalcó que de los 215 millones de menores que trabajan, 150 millones tienen menos de 15 años, esto es, están por debajo de la edad mínima de acceso al mundo laboral.

Representan cerca del 6% de niños en este grupo de edad, prosiguió, y resaltó que en África hasta el 14% de la población menor trabaja. Los porcentajes para Asia y América Latina son del 10 y del 7%, respectivamente.

En 2013, el informe de la OIT se ha centrado en el trabajo doméstico, ya que el 30% de los empleados en este sector son menores. En él se ocupan 15,5 millones de niños y adolescentes, de los que 7,4 millones tienen entre 5 y 14 años.

MÁS EXPUESTOS A ABUSOS

Más del 80% de estos menores son niñas, apuntó la responsable de Sensibilización y Políticas de Infancia de Unicef, Marta Arias, quien alertó de que “los trabajadores domésticos se encuentran entre los más explotados y maltratados” a causa de su exclusión de las leyes laborales, el aislamiento en que viven y “su naturaleza oculta”.

Arias advirtió también de la falta de acceso a la salud y a la educación y del mayor riesgo de sufrir explotación, abusos y violencia sexual de estos niños, debido a su corta edad, al desconocimiento de sus derechos, a la separación de su familia y a la dependencia de su empleador.

Unos 115 millones de menores se encuentran empleados en las peores formas de trabajo infantil (actividades peligrosas en minería y agricultura, sobresfuerzos físicos, exposición a sustancias tóxicas, jornadas muy prolongadas, turnos nocturnos...), declaró Nieto, quien señaló que, aunque el trabajo para los adolescentes entre 15 y 17 es legal, “no pueden desempeñar cualquier tipo de empleo”.

Por eso, pidió al Gobierno de España que ratifique el convenio 189 de la OIT, que entre otros objetivos busca una mejor protección legal a los trabajadores domésticos menores (posibilidad de acceder al sistema educativo, jornadas diurnas, no exposición a sobrecargas físicas...).

COOPERACIÓN NECESARIA

Arias destacó la importancia de que la legislación laboral persiga con dureza el empleo de menores de 15 años, pero apuntó que ello debe ir unido “a políticas educativas y de desarrollo”.

“muchos padres ponen a sus hijas a servir porque en casa no pueden darles de comer, y creen que con familias más pudientes sus expectativas serán mucho mejores”, explicó Nieto.

A su juicio, “la sociedad española es solidaria y se conmueve ante el trabajo infantil, pero debe también ser consciente de que para resolverlo no basta con la legislación, pues hay que proporcionar ingresos a las familias más pobres”.

De ahí que en la agenda de desarrollo post 2015 de Naciones Unidas se estudie incluir el trabajo decente, afirmó Nieto, algo que a su juicio resultaría fundamental.