Esta merma de producción se debe fundamentalmente a las cuantiosas lluvias del mes de marzo que han impedido el normal desarrollo de las labores. Según informa Asaja, otro aspecto destacable de esta campaña es la disparidad de producciones entre unas zonas y otras, pudiendo ser el sur de España la más perjudicada.

En concreto, esta organización prevé una cosecha de 13,9 millones de toneladas, de las cuales 5 millones corresponden a trigo blando, 0,8 millones corresponden a trigo duro, 6,8 millones a cebada y 1,3 millones a otros cereales.

La superficie total de cereales de invierno se mantiene en niveles similares respecto a campañas anteriores con 5,639 millones de hectáreas (un 1,3% de incremento).

Las necesidades de consumo de cereales en España ascienden a entre 28 y 30 millones de toneladas, de las cuales tan solo se producen en España dos terceras partes, por lo que se ve obligada a importar el tercio restante, unos 10 millones de toneladas.