Entre las medidas que se recogen en el Plan de acción Construmad para impulsar la economía desde la industria de la construcción, se encuentra la petición de que no se recorte más el presupuesto en obra civil y la existencia de un interlocutor único e interministerial que elabore un plan estratégico para el sector. Además, los agentes de la construcción reclaman “priorizar” las inversiones teniendo en cuenta criterios de austeridad y eficiencia económica.

El plan fue presentado por el presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Juan Rosell; el máximo responsable de la Confederación Nacional de la Construcción (CNC), Juan Lazcano; y el presidente de la feria Construmat, José Miarnau.

Rosell destacó la necesidad de tener en cuenta al sector de la construcción en la salida de la crisis, porque aseguró que la actual coyuntura se va a superar aunque “no sabemos cuándo”.

El presidente de CEOE explicó que “estamos ya en punto plano desde el punto de vista económico”, y agregó que “de cara a futuro hemos de volver a hacer inversión”.

En este sentido, apuntó que aunque “desde el sector público se hará con menos alegría”, ahí estará el sector privado para colaborar.

Por su parte, Lazcano advirtió de que “no se podrá recuperar el empleo si no se recupera la construcción”, y abogó por un apoyo del Ejecutivo a este sector como se han hecho con el automóvil.

Además, quiso dejar claro que “no es verdad que esté todo hecho” en cuanto a las infraestructuras en España, y recordó que en los últimos cinco años se han perdido 170.000 empresas en el sector de la construcción y 1,5 millones de empleos.

El presidente de la CNC reconoció que le da "envidia sana" la relación del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, con el sector del automóvil, y públicamente le invitó a celebrar una cumbre con los empresarios de esta rama de actividad.

Mientras, Miarnau reclamó a las administraciones públicas que “acompañen” a la construcción en esta “nueva época”, y aseguró que “ahora más que nunca hay que trabajar juntos” porque “no se puede dejar al sector en caída libre”.

INFRAESTRUCTURAS

Desde el sector ven fundamental definir una estrategia de futuro, a medio y largo plazo, que apueste por la eficiencia, transparencia y estabilidad en la licitación de la obra pública.

Considera necesario también definir criterios “mucho más selectivos” que en el pasado en la programación y toma de decisiones sobre las obras e infraestructuras públicas.

En este sentido, el sector pide una inversión de 1.500 millones de euros en infraestructuras este 2013, que se vayan incrementando de manera paulatina en los próximos ejercicios.

Para 2014 reclaman una cifra de 3.000 millones de euros, que subiría a 4.500 millones en 2015. En total, en tres años la inversión que piden es de 9.000 millones que podrían crear más de 160.000 empleos, ya que estiman que por cada millón de euros se crean 18 puestos de trabajo.

Según Lazcano, se trata de una cifra “modesta”, ya que lo necesario sería destinar un punto del PIB, es decir, unos 10.000 millones de euros anuales, y que se propone una inversión en aumento escalonada para “dar facilidad”.

El responsable de la Confederación Nacional de la Construcción comentó que si se rebaja la prima de riesgo el Gobierno tendría margen para esa inversión que piden.

En este sentido, señaló que “los ajustes han recaído todos sobre la inversión publica, y cualquier holgura que pudiera haber” en el presupuesto debería destinarse a la partida que soportado buen peso de los recortes.

VIVIENDA

Entre las medidas que propone el sector se encuentran también una serie de iniciativas relacionadas con el sector de la vivienda, tanto de construcción como de rehabilitación.

Así, piden reducir o suprimir las limitaciones impuestas a reservas de suelo para vivienda protegida y aplicar medidas de “simplificación” y “desregularización” normativa para dar salida a los stocks actuales de vivienda.

En esta materia, se apuesta también por discriminar zonas y segmentos donde hay potencial demanda de obra nueva para poder financiar promociones que den respuesta a las necesidades del mercado en estas áreas específicas, pues alertan de que “las falta de financiación para estos proyectos pueden generar tensiones futuras en los precios la vivienda”.

Por otra parte, consideran necesarias líneas de financiación y bonificaciones fiscales estables a medio y largo plazo, para los propietarios de vivienda habitual o dueños de inmuebles destinados al alquiler.

El sector destaca también la necesidad de elaborar un programa global estratégico de mantenimiento del parque público de edificios.