La primera fase de esta operación invernal comenzó el pasado lunes en el campamento de Jalozai, que se encuentra cerca de Peshawar, en la Provincia Fronteriza del Noroeste, según informó hoy el Acnur.

El trabajo, que se realizará con la colaboración de líderes locales, continuará en ocho campamentos antes de la Eid al-Adha, la fiesta con la que los musulmanes suelen sacrificar animales, que comenzará el próximo viernes.

El Acnur asistirá a cerca de 13.600 familias pakistaníes, cada una de las cuales recibirá seis sábanas, cuatro esterillas para dormir y dos láminas de plástico para aislar el calor, además de otros artículos básicos que los desplazados recibieron cuando llegaron al campamento.

Además, el programa de acondicionamiento para el invierno del Acnur incluye tiendas de campaña especiales o reforzadas con aislamiento, que sustituyen a las tiendas de lona habituales.

Esta agencia de la ONU señaló que más de 100.000 personas residen actualmente en diez campamentos de la Provincia Fronteriza del Noroeste.

No obstante, el Acnur calcula que alrededor de 900.000 pakistaníes de las zonas septentrionales del país pueden haber abandonado sus hogares en los últimos meses huyendo de los combates entre el ejército y los talibanes.