Así lo explicaron a Servimedia el adjunto a la Presidencia de la Federación Española de Hostelería y Restauración (FEHR), José Luis Guerra, y el secretario general de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat), Ramón Estalella.

Según Guerra, "las comidas navideñas no se van a dejar de celebrar, pero se buscarán alternativas de menos gasto". Por ello, prevé que se sirva menos marisco fresco, que la merluza no sea de primera y que los vinos y cavas no sean grandes reservas. “En definitiva, que los menús estén a tono con la situación”, apostilló.

Por ello, estima que los restaurantes sufrirán en estas fechas una caída media de los ingresos cercana al 10% en comparación con las fiestas de 2008, en línea con la tendencia experimentada en lo que va de año.

También se espera en los hoteles una campaña navideña más austera. Estalella explicó que si bien el número de eventos no disminuye, sí lo hace el coste del cubierto y el número de comensales.

“Ya no se hacen muchas bodas con 300 invitados y la facturación por persona baja, porque se cambia el ‘Moët Chandon’ por un buen cava”, agregó Estalella, que espera que en las comidas festivas ocurra algo similar.

EL LUJO SIGUE IGUAL

“Estamos en el mismo nivel de reservas que el año pasado y hemos mantenido los precios”, afirmó el director adjunto del Hotel Ritz de Madrid, José María Bermejo, quien espera que en Nochevieja haya entre 250 y 280 comensales.

Asimismo, explicó a Servimedia que además de la comida, sus clientes de ese día disfrutarán de tres orquestas, de un show sorpresa y de un buffet de recena a partir de las tres de la madrugada.

En el menú se servirán exquisiteces como hígado de pato, caviar beluga, risotto de bogavante, besugo asado, lomo de ciervo con salsa de turrón o espuma de champagne.