Cospedal y Felipe González se oponen a un referéndum catalán sin consultar a todos los españoles
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El expresidente del Gobierno Felipe González y la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, coincidieron hoy en que si Cataluña quiere celebrar un referéndum para la independencia debería consultar previamente a todos los españoles porque supone "amputar" una parte de su identidad.
González y Cospedal compartieron este argumento durante la celebración de un 'Debate sobre la organización territorial del Estado' en el que coincidieron con los ponentes de la Constitución Miquel Roca y Miguel Herrero de Miñón.
Cospedal llevó la voz cantante al oponerse a la reclamación del exdirigente de CiU Miquel Roca para que se revise el modelo autonómico, ya que considera que "está agotado" y, como consecuencia, "España tiene un problema".
Roca apeló a la "ambición" del pueblo catalán para caminar hacia la independencia y reivindicó en cierto modo su derecho a decidir, pero Cospedal puso en duda esa salida al cuestionar si debería hacerse consultando al conjunto del Estado o solo a una parte.
González se sumó a la tesis de la secretaria general del PP al afirmar que los catalanes deberían entender que "yo no concibo a España sin Cataluña" y, si ellos quieren independizarse, le gustaría "ser consultado".
"Si Cataluña tienen la tentación de separarese, a mí me amputan una parte de mi identidad. Yo lo que digo es que si alguien quiere hacerlo, que cuenten con mi opinión", remachó en defensa de la unidad de España.
APELACIONES AL CONSENSO
El resto del debate fue un intercambio de posiciones con un espíritu compartido sobre la necesidad del consenso, pero con pocas coincidencias sobre los pasos concretos que se deberían dar para mejorar el modelo de Estado.
Uno de los pocos puntos en común de los cuatro políticos fue que España necesita realizar algún tipo de reforma para resolver las tensiones territoriales que existen actualmente y mejorar el funcionamiento de las distintas administraciones. En lo que no se pusieron de acuerdo es en el tipo de reforma a emprender.
También compartieron que existen solapamientos entre las distintas administraciones públicas pero discreparon sobre si tendrían que suprimirse algunas de ellas, como el PSOE planteó con las diputaciones provinciales en las elecciones generales.
González, Cospedal, Roca y Herrero de Miñón abogaron desde distintos planteamientos por definir las competencias de cada administración desde el consenso político, pero mientras que la dirigente del PP marcó como meta "cerrar el modelo", Roca y Herrero de Miñón lo defendían como un paso temporal para resolver disfunciones actuales.
Felipe González afirmó que España atraviesa una "crisis institucional" que trasciende a la económica y advirtió de que "no es posible afrontar la crisis económica sin plantearse la solución a la crisis institucional".
A su juicio, el problema institucional de España ya existía antes del estallido de la crisis económica en el año 2009, por lo que no está provocado por el incremento del paro y los recortes sociales que ha obligado a aplicar la reducción del déficit público.
Por su parte, Cospedal abogó por "cerrar el modelo" autonómico en España para solucionar algunos de los problemas vividos en las últimas décadas pero se opuso a reformar la Constitución de 1978 porque ha funcionado "razonablemente bien".
Argumentó que el texto constitucional es "lo suficientemente amplio para manejarnos dentro de él" sin que sea necesario tocar la Carta Magna, especialmente dado que en este momento "no sería fácil" emprender una reforma tan grande.
"Cuando las cosas funcionan razonablemente bien no hay que manosearlas demasiado", dijo parafraseando al padre de la Constitución Herrero de Miñón, que en la Transición perteneció a Alianza Popular pero que acabó abandonando el partido actual de Cospedal después de que José María Aznar tomase las riendas.
(SERVIMEDIA)
28 Nov 2012
PAI/gja