El Consejo de Ministros aprobó mediante un Real Decreto-Ley 16/2012, medidas urgentes para garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud y mejorar la calidad y seguridad de sus prestaciones. Contra esta nueva norma, usuarios y trabajadores sanitarios están organizando “una campaña de desobediencia civil ya que, a su juicio, supone la exclusión de miles de personas del derecho a recibir atención sanitaria.

"El modelo anterior era universal, estaba garantizado a toda la población sin excepciones, ahora, solo las personas aseguradas podrán tener acceso a algunas prestaciones básicas”, declaró a Servimedia Dori García, enfermera del Hospital Clínico San Carlos de Madrid.

“Nuestro objetivo es defender la universalidad, el carácter público y gratuito de la asistencia sanitaria, en su financiación, gestión y provisión. Así como lograr que todos los que trabajamos en el sistema sanitario seamos empleados públicos”, añadió.

De igual modo, manifestó su rechazo "al intento del Gobierno de la Comunidad de Madrid de privatizar las cocinas, los servicios de mantenimiento, lavanderías y otros servicios no sanitarios, así como el aumento de la jornada, la rebaja de sueldo, los despidos de personal temporal, la restricción de la asistencia sanitaria a los asegurados, la extensión del copago, la reducción de prestaciones, el cierre de camas y ambulatorios y la creación con dinero público de hospitales y centros sanitarios privados, así como reducciones presupuestarias porque todas estas medidas son injustas”, afirmó la enfermera.

Personal sanitario procedente de diversos hospitales de la Comunidad de Madrid (Clínico San Carlos, Gregorio Marañon, La Paz, Ramón y Cajal, La Princesa, 12 de Octubre entre otros) además de usuarios y asociaciones en defensa de la sanidad pública permanecerán encerrados en el Hospital Clínico durante 24 horas. Entre los actos programados se realizó una cacerolada frente a la Fundación Jiménez Díaz. El encierro finalizará mañana a las 11.00 horas con el lanzamiento de “globos reflexivos”.