Aznar, que mantuvo un almuerzo en un hotel de Barcelona con 900 candidatos y dirigentes del PP de Cataluña, recordó que los ciudadanos acabaron concediendo la mayoría absoluta a su gobierno en los comicios generales de 2000 a pesar de que las encuestas predecían un empate técnico entre su candidatura y la del socialista Joaquín Almunia.

A su juicio, el electorado supo darse cuenta entonces de que la oposición presentaba como programa "un absoluto disparate" y acabó optando de anera mayoritaria por las propuestas del Partido Popular. Esta vez, a pesar de los resultados del último barómetro del CIS, cree que pasará algo parecido.

Auguró una victoria rotunda de las listas populares el próximo domingo, aunque esta mañana en Zaragoza se mostró todavía más optimista. Durante un mitin en la Plaza de Toros de la capital aragonesa, sentenció que el Partido Popular iba a "pulverizar" en las urnas al resto de los partidos políticos.

Aznar estuvo acompañado en el almuerzo del minstro de Ciencia y Tecnología, Josep Piqué; del candidato popular a la Alcaldía de Barcelona, Alberto Fernández-Díaz; y de su hijo pequeño, Alonso. Los cerca de 900 dirigentes del partido en Cataluña esperaron durante más de una hora en el salón de un hotel de la Ciudad Condal a que el jefe del Ejecutivo llegase de Zaragoza para iniciar la comida.

Como en las grandes bodas, algunos militantes acabaron girando en el aire las servilletas y, en lugar de gritar un "viva los novios", repetían una y otra vez"¡presidente, presidente!". Cada uno de los asistentes había pagado 21 euros por disfrutar de la compañía de Aznar en una comida que se alargó más de tres horas.

En su intervención, tras los postres, el presidente del Gobierno criticó las propuestas de los candidatos a la Generalitat de PSOE, Pasqual Maragall, y CiU, Artur Mas, para reformar el Estatuto de Cataluña. "Me sorprende no reconocer a algunas personas y a algunos grupos políticos", dijo.

"Algunos han emprendido una carrera de radicalism que les va a llevar a perder. Cuando se juega a radicalismo, los que ganan son los radicales, porque cuando uno se disfraza de radical, la gente siempre prefiere lo auténtico".

Aznar defendió que Cataluña "nunca" en los últimos 300 años había recibido tantas inversiones, tantas competencias y tantos recursos desde el Estado como en la actualidad y acusó a quienes mantienen lo contrario de querer cargarse la estabilidad y cohesión institucional de España.

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Sin citarls, emplazó a ambos a hacer todos los "experimentos" que quieran en sus casas e incluso les invitó a comprarse un juego de Mediterránea para que practiquen cómo ser químicos o físicos sin dañar el interés general del país y de Cataluña. "No creo que entre las inquietudes de los ciudadanos catalanes esté el poner patas arriba los pactos constitucionales", agregó.

Aznar criticó también el federalismo asimétrico del líder del PSC-PSOE, que atribuyó a su lucha con Artur mas por ver "quién es más nacionalisa". Explicó que "eso no existe" y "nadie puede tomarse eso en serio" porque es lo más parecido a "reinventar la Corona de Aragón" a estas alturas de la historia.

El líder del PP, que lleva ya 17 mítines en 10 días de campaña electoral, advirtió de que volver a los tiempos de la Corona de Aragón implicaría llevar a Cataluña al siglo XV, como mucho, siglo XVI. "Y no creo que el público de Cataluña quiera eso", apostilló.

Asimismo, defendió las obras desarrolladas en Cataluña y otras comunidades par poner en marcha el Plan Hidrológico Nacional como un proyecto de "cohesión" y "vertebración" del país. "Otros partidos hablan mucho de otras cosas pero son incapaces de defender una misma cosa en todos los sitios", dijo.

Por su parte, el ministro de Ciencia y Tecnología y presidente del PP de Cataluña, Josep Piqué, calificó a Aznar como un hombre de "convicciones profundas, de palabra, sólido, con coraje y valiente" y señaló que su trabajo al frente del Ejecutivo es "un ejemplo y un lujo" porque ha cnseguido que España esté ahora "infinitamente mejor" que hace siete años.

Piqué aseguró que todos los militantes del Partido Popular tienen "el mismo sentimiento" que están expresando cada día los simpatizantes en los mítines cuando piden a Aznar que repita como candidato a La Moncloa en 2004, pero advirtió de que "todos sabemos" que cumplirá su palabra y dejará el Ejecutivo cuando termine la legislatura.