En un comunicado, la asociación resaltó que el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) registró en diciembre un crecimiento de 2.989 altas respecto a noviembre (+0,09%) y 56.990 afiliaciones más respecto al año anterior, hasta situarse en los 3.328.398 trabajadores y trabajadoras por cuenta propia.

Uatae, en palabras de su secretaria general, María José Landaburu, consideró que esta cifra “exige mirar a 2022 con el compromiso de que la recuperación económica, que está siendo más cuesta arriba de lo esperado, y el avance de derechos de los autónomos, vayan de la mano”.

Landaburu subrayó que la política de mantenimiento de rentas “por la que tanto hemos luchado”, en referencia a los ERTE y las prestaciones covid de autónomos, “vuelve a mostrarse como eficaz, ya que ha evitado una sangría durante la pandemia, como ocurrió tras la crisis de 2008 cuando llegó a perderse más de medio millón de autónomos”.

En este sentido, recordó que, según los datos de la Seguridad Social, 102.548 trabajadores seguían en ERTE en diciembre, mes en el que se abonaron 87 millones de euros en prestaciones a más de 108.000 autónomos, por lo que Landaburu resaltó que “sin duda este escudo social ha amortiguado el golpe y ha dinamizado la economía en el peor momento”.

Sin embargo, la secretaria general de Uatae mostró “prudencia” en su valoración de los datos, al advertir de que “existe una enorme incertidumbre en el desarrollo de la actividad diaria de muchos autónomos y autónomas, ante la evolución de la pandemia, la subida de la luz o la morosidad de grandes empresas con sus pequeños proveedores”.

En este sentido, la asociación reclamó “pasar de pantalla y aterrizar, con el año nuevo, una agenda de avances para el colectivo, que con más ce 3,3 millones de cotizantes no es ya una realidad periférica o secundaria del mundo del trabajo”.

Landaburu indicó que muchas de las nuevas altas en el RETA se producen “desde la más absoluta precariedad, como una alternativa refugio para mucha gente expulsada del mercado de trabajo, lo que obliga más aún a extender derechos y mejorar las condiciones en que se produce el trabajo autónomo”.

Por ello, Landaburu afirmó que 2022 “debe de ser el año en el que se concrete una nueva cotización justa y solidaria, con mejora sustancial en la protección social, para el colectivo”.

Además, planteó como prioridades “lograr que los fondos europeos lleguen a la base del tejido productivo, una fiscalidad justa entre grandes y pequeñas empresas, avanzar en la digitalización de la actividad, establecer un régimen sancionador de la morosidad o conseguir una representatividad plenamente democrática bajo la consigna ‘un autónomo, un voto’”.