El año pasado se matricularon 859.477 unidades de turismos y todoterrenos, unas 8.000 más que en 2020 (851.210). Si se compara con 2019, antes de la pandemia, la cifra de 2021 representa un descenso del 32%.

El canal de particulares cayó en 2021 un 12,8%, hasta las 372.637 altas, y el de alquiladores subió un 58,5%, con 152.326 altas.

La compra de vehículos comerciales ligeros alcanzó las 151.822 unidades, un 4% menos. Por canales, la peor caída la registra el canal de autónomos, que reduce sus compras en un 64,2%, hasta las 2.083 unidades, mientras que las empresas lo hacen en un 19,7%, hasta las 7.624 unidades.

Las matriculaciones de vehículos industriales, autobuses, autocares y microbuses crecen un 6,3% respecto de 2020, hasta las 22.760 unidades.

Noemi Navas, directora de Comunicación de la patronal de fabricantes Anfac, señaló que 2021 “ha resultado ser incluso más complicado a nivel de matriculaciones que el anterior, pese a los cierres provocados por la pandemia”.

“A la incertidumbre y la crisis económica provocada por la covid-19 hemos sumado la escasez de producto por la falta de semiconductores y los cuellos de botella en la logística”, afirmó.

Los fabricantes se quejan de que están produciendo nuevos modelos más eficientes al mercado “pero hay que estimular la demanda y la descarbonización con otras herramientas, como las infraestructuras de recarga y la renovación del parque automovilístico, que cierra el año con una edad media superior a los 13 años”.

“Entendemos que la situación coyuntural de los microchips irá mejorando a lo largo de 2022, lo que liberará parte de la demanda embalsada que hay ahora y que los fondos europeos permitirán avanzar en la recuperación, lo que redundará en un incremento de las matriculaciones”, resaltó la portavoz de Anfac.