Según refleja el auto, en la actuación de Henríquez de Luna, entonces concejal del distrito de Salamanca, no se aprecia dolo ni arbitrariedad, descartándose así cualquier posible delito de prevaricación o coacción por parte del portavoz.

El auto, por tanto, exculpa a Henríquez de Luna de cualquier responsabilidad penal y reconoce que la empresa promotora aceptó iniciar de forma voluntaria un proceso de permuta con el Ayuntamiento de Madrid como alternativa a la construcción de un edificio que rompía la alineación natural de la calle Pilar de Zaragoza.

Esta vía, situada en el barrio de La Guindalera, es angosta como todas las de la zona y fue recuperada como eje peatonal.

Henríquez de Luna recordó que su actuación siempre estuvo dirigida a “defender el interés general así como intentar dar una respuesta a las demandas vecinales”. Explicó que su gestión contó también con el apoyo del resto de grupos municipales con representación en la Junta Municipal de Salamanca.

“Los políticos están para servir a los ciudadanos y para resolver sus problemas, esa fue siempre la base de mi actuación”, comentó Henríquez de Luna antes de agradecer el “rotundo apoyo” recibido en todo momento por los grupos de la Junta Municipal de Salamanca y de la Asamblea de Madrid.