Los magistrados de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, presididos por Carlos Granados, han condenado a Goikoetxea por planear este secuestro a tres años, un mes y 15 días de prisión, como culpable de un delito de conspiración para la detención ilegal. Esta pena se suma a los 22 años de cárcel a los que fue condenado por la Audiencia Nacional en abril de 2011. La Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional condenó en aquella ocasión a Goikoetxea por delitos de pertenencia a organización terrorista, tenencia de explosivos, tenencia de armas y falsificación continuada en documento oficial, pero le absolvió con respecto a los planes para secuestrar a Benjamín Atutxa al entender que “existió un desistimiento de la actividad delictiva planificada” y que los etarras sólo habían “iniciado las vigilancias”.

El Supremo, al revisar la sentencia, ha concluido en cambio que “la decisión de acabar con la vida de Benjamín, después de privarle de su libertad, no puede quedar impune”. La propia sentencia de la Audiencia Nacional consideraba probado que el comando dirigido por Goikoetxea, entre los años 2007 y 2008, elaboró planes para secuestrar y asesinar al concejal del PSE en Eibar.

TRANQUILIZANTES PARA EL SECUESTRO

Según este relato, el dirigente de ETA Garikoitz Aspiazu, alias “Txeroki”, facilitó en septiembre de 2007 al comando información sobre Atutxa, quien fue vigilado por Goikoetxea y por el también etarra Jurdan Martitegi entre octubre de 2007 y abril de 2008. Los terroristas llegaron a preparar en un “zulo” situado en Pazuengos (La Rioja) varias jeringuillas con tranquilizantes para sedar a Atutxa. El plan era secuestrarlo durante dos días para posteriormente acabar con su vida, de forma similar al asesinato del concejal del PP en Ermua (Vizcaya) Miguel Ángel Blanco.

El responsable del comando reconoció este extremo ante el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, tal y como se pudo comprobar en una grabación visionada durante el juicio celebrado en la Audiencia Nacional, y en la que el terrorista explicaba al magistrado en la entrada del “zulo” que tenían ordenes de “secuestrar y ejecutar” a Atuxa. El secuestro no se llevó a cabo porque los etarras comprobaron que el concejal iba siempre con escoltas.

CRÍTICAS A LA AUDIENCIA

Los magistrados del Tribunal Supremo han decidido ahora enmendar este extremo de la sentencia de la Audiencia Nacional al estimar el recurso interpuesto por la Fiscalía. El Alto Tribunal critica que la Audiencia entendiese que los etarras habían desistido de llevar a cabo el secuestro. “La adquisición de tranquilizantes y su ocultación en el zulo de Azuengos, así como la realización de diversos seguimientos a la víctima potencial, pueden considerarse actos propiamente ejecutivos de los delitos de detención ilegal y asesinato”, señala la sentencia hecha pública hoy.

Los magistrados del Supremo entienden que “el hecho probado no da pie a afirmar que el acusado diera comienzo a la ejecución de sendos delitos de detención ilegal y asesinato”, por lo que consideran que no puede ser condenado por un delito de detención ilegal en grado de tentativa.

Pero el Supremo si concluye que hay elementos suficientes para condenar a Goikoetxea por un delito de conspiración para la detención ilegal. La sentencia destaca en este sentido que hubo “una resolución concertada entre la cúpula de la organización terrorista ETA y el miembro del comando Vizcaya Arkaitz Goicoechea” para secuestrar al concejal del PSE.

Los magistrados del Alto Tribunal han confirmado en cambio el resto de pronunciamientos de la Audiencia Nacional, entre los que destacan la condena a 16 años de cárcel a Asier Cotano y a 14 años de prisión a Iñigo Gutiérrez, los dos miembros del comando que actuaban a las órdenes de Goikoetxea.

También ha sido confirmada la pena de siete años de cárcel impuesta a Maialen Zuazo y de cinco años a Ana Isabel Prieto por colaborar –prestar alojamiento, realizar transportes- con el grupo terrorista.