"Desde el Mar Mediterráneo hasta el Canal de la Mancha y el límite con Bielorrusia, las fronteras marítimas y terrestres de la UE se han convertido en sinónimo de tragedia humana y desprecio por los derechos de los inmigrantes que intentan llegar a Europa", criticó Cruz Roja.

En un comunicado, denunció que "el énfasis excesivo en las medidas de control fronterizo y las prácticas peligrosas de disuasión, como el cierre de fronteras, las vallas de alambre de púas y las devoluciones exponen a estas personas a graves peligros y les privan del acceso a una asistencia esencial". "Se han perdido miles de vidas en las fronteras de la UE y un número incalculable de personas han desaparecido sin dejar rastro en los últimos años", criticó.

Apuntó además que quienes consiguen llegar, sufren condiciones de acogida indignas, la detención arbitraria, separaciones familiares y y falta de recursos para abordar sus necesidades", todo ello como resultado "del actual régimen fronterizo de la UE".

"Existe un imperativo humanitario acuciante de ofrecer asistencia y protección a todas las personas migrantes, con independencia de su situación", destacó Cruz Roja.

Para hacerlo realidad, "la UE debe fomentar y permitir el establecimiento de puntos de servicio humanitario, lugares que brinden un entorno acogedor y seguro para que todos los migrantes reciban asistencia sin temor a ser arrestados o denunciados a las autoridades", agregó. En su opinión, "este sería un paso importante para ayudar a proteger la vida, la dignidad y los derechos de todas las personas en movimiento".