Así lo indicó la ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, en la que expresó que la salud de vanguardia es “una prioridad estratégica para el Gobierno”.

Morant explicó que la salud de vanguardia debe entenderse mediante el desarrollo e incorporación de la medicina de precisión, los medicamentos de terapia avanzada y la ciencia de datos, sumada a inteligencia artificial, medidas que permitirán mejorar la prevención, el diagnóstico, el tratamiento y la rehabilitación de los pacientes de forma personalizada.

Estas líneas estratégicas se centran en la incorporación de los datos genómicos del paciente con otros datos de su vida como la exposición ambiental o aspectos económicos, permitiendo así una mejor toma de decisiones, más personalizada. Además, también impulsan los medicamentos de terapia avanzada, “un paradigma de la innovación terapéutica orientada a las necesidades del paciente”, que incorporará la terapia génica, la terapia celular y la ingeniería tisular.

La ministra expresó que este Perte tiene cuatro objetivos que son posicionar a España como un país “líder en terapias avanzadas y fármacos innovadores", transferir la investigación a las empresas para que estos tratamientos se produzcan en España, desarrollar un sistema de datos innovador y llevar la transformación digital a la atención primaria del Sistema Nacional de Salud para atender a los pacientes hasta en el último rincón de España.

El Perte prevé una inversión de al menos 1.469 millones de euros en el periodo 2021-2023, con una contribución del sector público de más de 982 millones de euros y una inversión privada estimada inicialmente en cerca de 487 millones de euros. Se estima que el proyecto generará una contribución en el PIB de más de 4.300 millones de euros y permitirá la creación de cerca de 12.700 nuevos puestos de trabajo.

“Con este proyecto queremos ofrecer seguridad, bienestar y esperanza a los ciudadanos, pero también contribuir a la prosperidad, el crecimiento económico y la creación de empleo desde el sector sanitario”, subrayó Morant.

Este proyecto se concibe como una propuesta de interés general para el conjunto de la economía, por su capacidad de arrastre y potencial transformador, y para la sociedad, impulsando el empleo de calidad y mejorando la salud de la población española a través del conocimiento científico, la innovación sanitaria de vanguardia y los datos, expuso la ministra, a la vez que concluyó que “deberá actuar como elemento vertebrador y tractor para consolidar la protección de la salud colectiva e individual frente a cualquier amenaza, independientemente de su escala, como uno de los elementos de la recuperación social y económica”.

Para la coordinación de este proyecto, se establece un sistema de gobernanza interministerial, a través de un grupo de trabajo presidido por la ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant, y por la ministra de Sanidad, Carolina Darias, e integrado por representantes de todos los departamentos ministeriales participantes en el Perte.

Además, para contar con todos los actores relevantes y garantizar un diálogo permanente, integrando la colaboración público-privada, se crea una Alianza de Salud de Vanguardia, en la que participarán administraciones públicas, centros de investigación biomédica, empresas, hospitales y centros asistenciales. También estará abierta a la participación de representantes de los ciudadanos y de los pacientes.