El Plan fue aprobado en una sesión conjunta del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud y la Conferencia Sectorial de Medio Ambiente, en la que participaron la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, y la ministra de Sanidad, Carolina Darias, cuyos departamentos presentaron la iniciativa a los representantes autonómicos.

Se trata de una herramienta de gestión para afrontar los desafíos ambientales actuales desde la óptica de la salud humana. El Pesma se centra en promover entornos saludables para la población, reducir la carga de enfermedades e identificar nuevas amenazas para la salud derivadas de factores ambientales.

Este Plan contempla 14 áreas temáticas enmarcadas en cuatro bloques, que se han definido desde la perspectiva de los riesgos para la salud.

Además, cuenta con 421 acciones y 31 indicadores, entre ellos alertas por eventos meteorológicos extremos, superación de límites de calidad del aire, niveles medios de partículas en suspensión, zonas de abastecimiento con agua apta, exposición a productos químicos, proporción de residuos reciclados y exposición a niveles de ruido excesivo.

“PUNTO DE INFLEXIÓN”

Algunas de las medidas son para que las grandes ciudades y áreas metropolitanas adopten iniciativas sobre la movilidad, la mejora de la calidad del aire y la recuperación del espacio público en favor de los habitantes.

Ribera apuntó en una rueda de prensa conjunta con Darias que “algo más del 60% del espacio público está ocupado por coches” y estos, sin embargo, “sólo están en movimiento algo menos del 15% del tiempo de cada día”.

Por su parte, Darias indicó que el Pesma supone “un punto de inflexión” que permitirá “un abordaje integral” de los factores medioambientales que tienen una repercusión “directísima” sobre la salud, a través de programas bianuales sobre las áreas temáticas recogidas en el Plan.

El Plan es coherente con el planteamiento surgido del Acuerdo de París de enfrentar los nuevos desafíos sanitarios vinculados al medio ambiente de manera preventiva y proactiva.

Sus objetivos son avanzar en el cumplimiento y aplicación de la Ley de Salud Pública de 2011, impulsar un mayor conocimiento de los riesgos y problemas emergentes, proteger y reducir la exposición a los riesgos ambientales, desarrollar protocolos de actuación, organizar sistemas de información y vigilancia de la salud ambiental y mejorar la coordinación entre Administraciones y todos los actores que intervienen para lograr una buena salud ambiental.

Cada objetivo incluye medidas específicas, entre ellas el refuerzo de los escenarios climáticos con los que trabaja la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) y los planes de actuación preventivos tanto por temperaturas mínimas como por máximas extremas, que permitirá impulsar un mayor conocimiento de los riesgos y problemas emergentes.

Por último, el Plan incluye la creación del Observatorio de Salud y Cambio Climático para mejorar la coordinación entre las Administraciones y como instrumento de análisis, diagnóstico y seguimiento de los efectos del cambio climático en la salud humana.