La salud visual de los españoles empeora con la crisis
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La crisis económica está reduciendo la frecuencia de visitas al óptico-optometrista para actualizar la graduación de las gafas o lentes de contacto o, simplemente, para someterse a una revisión visual, lo cual afecta negativamente a la calidad de la visión de los españoles y puede repercutir en la conducción, el trabajo o el rendimiento escolar de los niños.
Mañana, viernes, comienza el 22 Congreso Internacional de Optometría, Contactología y Óptica Oftálmica (Optom 2012), organizado por el Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas y que se prolongará hasta el domingo, 19 de febrero.
Según informa esta organización en una nota de prensa, la crisis económica afecta también a este sector, que factura más de 1.800 millones de euros anuales. El Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas calcula que en los últimos tres años se ha producido un descenso del 25% en la facturación.
Los menos perjudicados han sido los establecimientos de óptica independientes, que en 2011 vieron reducida su facturación en un 7%. Sin embargo, lo más preocupante para el colectivo de ópticos-optometristas es el empeoramiento de la salud visual que se está produciendo con motivo de la crisis.
"Muchas personas retrasan o evitan las visitas al óptico-optometrista influidos por la situación económica. Sin embargo, en el mercado existen soluciones de calidad que resultan accesibles para todo tipo de pacientes", apunta Juan Carlos Martínez Moral, presidente del Consejo.
En especial, los ópticos han constatado un descenso notable en la frecuencia de las visitas a estos profesionales para someterse a las pertinentes revisiones visuales, imprescindibles para garantizar una correcta salud visual, especialmente si el paciente necesita una compensación óptica. Además de la crisis, el desconocimiento de los usuarios o el hecho de evitarse una revisión visual son las otras dos razones por las que ha aumentado la venta de gafas premontadas.
Estas lentes, que pueden adquirirse en diferentes puntos de venta (gasolineras, bazares) sin ningún control sanitario, suelen utilizarse erróneamente para corregir la presbicia o vista cansada.
En este sentido, Martínez Moral advierte de que "esta especie de gafas no son más que unas lentes de aumento que se fabrican de forma estandarizada para todos los usuarios". Su uso continuado puede originar mareos y dolores de cabeza, así como dificultad y cansancio en la lectura.
(SERVIMEDIA)
16 Feb 2012
JCV/gja