Cospedal diseña una cúpula del PP a su gusto que consagre su poder en el partido

- Algunos barones no entienden que Rajoy le ceda todo el poder en el PP

MADRID
SERVIMEDIA

La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, está confeccionando una nueva cúpula del partido repleta de fieles y diseñada a su imagen y semejanza. El objetivo es consagrar su poder interno, aunque sus detractores consideran que busca situarse como futura delfín de Mariano Rajoy.

La nueva dirección saldrá aprobada el próximo fin de semana en el 17º Congreso Nacional que los populares celebrarán en Sevilla, donde Mariano Rajoy será reelegido presidente del partido y Cospedal se verá ratificada como secretaria general tras su victoria en las elecciones autonómicas de Castilla-La Mancha.

Fuentes conocedoras de la nueva estructura que tendrá el Partido Popular explicaron a Servimedia que Cospedal pretende rodearse de un equipo de personas de su estrecha confianza para garantizarse el control del aparato. Su propósito es que la dirección nacional funcione como un reloj bajo sus órdenes, especialmente ahora que tanto Mariano Rajoy como muchos de los responsables del partido están centrados en la tarea de Gobierno.

La cúpula de los últimos cuatro años prácticamente se ha desmantelado con la marcha de Soraya Sáenz de Santamaría, Ana Mato, Cristóbal Montoro, Ana Pastor, Miguel Arias Cañete, Alberto Ruiz-Gallardón y Juan Manuel Moreno al Ejecutivo de Rajoy.

Cospedal pretende aprovechar su salida para introducir y ascender en el aparato a gente de su confianza. Tras la marcha de José Antonio Bermúdez de Castro al Grupo Parlamentario Popular en el Congreso, pretende encumbrar al veterano Juan Carlos Vera al frente de Organización, hasta entregarle todo el poder que hasta ahora tenía Ana Mato.

De hecho, Cospedal se ha apoyado en Vera durante el último mes para diseñar la nueva estructura del partido y pretende copiar el modelo aplicado en 1996, cuando el PP ganó por primera vez las elecciones generales. En aquella ocasión, se creó la figura de un coordinador general que dirigía el día a día en la sede de la calle Génova mientras el presidente, José María Aznar, y el secretario general, Francisco Álvarez-Cascos, estaban en La Moncloa.

Cospedal pensó inicialmente recuperar esa figura del coordinador general y entregar el mando a Esteban González Pons para que ella pueda centrarse en gobernar la Junta de Castilla-La Mancha. Sin embargo, al final ha descartado ese cargo, aunque sí mantiene la idea de delegar en González Pons muchas de sus tareas en el partido.

María Dolores de Cospedal, Esteban González Pons y Juan Carlos Vera serán los guardianes del PP mientras Rajoy se dedica al Gobierno. Por debajo de ellos, la secretaria general tiene preparado un aparato reducido en el que destacan Sandra Moneo como nueva responsable del área social y sectorial y Juan José Matarí como probable responsable de la política autonómica y municipal. Se trata de dos políticos muy afines a Ana Mato y Javier Arenas, pero con los que Cospedal quiere contar por el enorme trabajo realizado en los últimos años y, especialmente, por su lealtad al partido.

El organigrama se completará con muchos diputados y senadores que compaginarán sus labores parlamentarias con una tarea sectorial en el partido. Rajoy y Cospedal coinciden en que el PP debe convertirse esta legislatura en el coordinador entre el Gobierno y los grupos en el Congreso y el Senado.

Para completar ese equipo, Cospedal ha recibido en las últimas semanas en su despacho de la calle Génova a varios parlamentarios que están en deuda con ella y a los que está dispuesta a sumar a su equipo. Entre ellos, hay políticos que estuvieron a punto de quedarse fuera de las listas para las elecciones generales del 20 de noviembre pero al final consiguieron un escaño en las Cortes Generales gracias a la mediación de la secretaria general. Ahora, les dará puestos de confianza para confeccionar un equipo a su imagen y semejanza.

El diseño final del partido se cerrará esta misma semana en una reunión que Rajoy y Cospedal tienen pendiente y que servirá para confirmar el plan en el que se ha trabajado desde mediados de diciembre.

AMBICIÓN DE COSPEDAL

La realidad es que Cospedal tendrá en su mano todo el mando del partido, aunque otras fuentes apuntan que tanto Javier Arenas como Soraya Sáenz de Santamaría mantendrán alguna cuota de poder. En el PP se da por hecha la entrada del ex vicealcalde de Madrid Manuel Cobo en el aparato, lo que supondría darle un cargo y una tarea concreta en la dirección que, no obstante, todavía no está definida. Lo que se da por seguro es la incorporación del manchego Tomás Burgos a un alto cargo dentro de la organización por deseo expreso de Cospedal.

El poder que puede acaparar Cospedal en la dirección nacional levanta recelos en varios sectores del partido, en los que se critica que Mariano Rajoy delegue totalmente en ella cuando sus responsabilidades en la Junta de Castilla-La Mancha le impiden entregarse por completo a la Secretaría General.

Esta tesis también la sostienen algunos barones territoriales del PP que, según ha comprobado Servimedia, no comparten que Cospedal compatibilice el puesto de 'número dos' del partido con el gobierno de una comunidad autónoma. Entre quienes critican esta decisión hay compañeros de Cospedal que también son presidentes autómicos y creen por experiencia propia que es "imposible" desempeñar ambas tareas.

Los detractores de Cospedal van más allá y hablan de "empeño" de la manchega por mantenerse como secretaria general del PP. Incluso, sostienen que su verdadera ambición con la nueva dirección es rodearse de incondicionales para desplegar su poder y empezar a situarse como futura delfín de Rajoy.

Dentro del partido no faltan voces que acusan a Cospedal de estar más preocupada de ganar peso en la dirección nacional del PP que de gobernar Castilla-La Mancha e incluso sostienen que tiene su vista puesta a largo plazo en la Presidencia del Gobierno.

(SERVIMEDIA)
12 Feb 2012
PAI