El Rey hizo suyas estas estrategias de lucha contra la crisis durante el discurso que pronunció en la tradicional recepción en el Palacio Real al cuerpo diplomático acreditado en España.

Tras recibir el saludo de los más de 200 embajadores de países y organizaciones internacionales por orden de permanencia en el cargo, les deseó “la mayor ventura personal” y pasó revista a los principales ámbitos de la política exterior española.

En general, reivindicó que España ha desarrollado en 2011 una acción exterior comprometida con la paz y seguridad internacionales, la solidaridad, la justicia, la democracia y la defensa de los derechos humanos, desde la premisa de que “la seguridad es un reto global”.

Asimismo, aseguró que, “a pesar de las restricciones presupuestarias a las que el contexto económico actual obliga, España continuará privilegiando la erradicación de la pobreza, la seguridad alimentaria y la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio”.

En esa doble tarea, defendió el papel de las Fuerzas Armadas en misiones en el extranjero y el de los cooperantes, dedicó un recuerdo a los militares que han fallecido en ellas y a sus familiares e hizo “votos” por la “pronta liberación” de los cuatro cooperantes españoles secuestrados en África y por los de otros países que están en la misma situación.

Don Juan Carlos también mencionó el compromiso de España con el desarrollo sostenible y la lucha contra el cambio climático y la candidatura de España a formar parte en 2015-2016 del Consejo de Seguridad de la ONU en calidad de miembro no permanente.

EUROPA

En relación a Europa, el Rey recordó los problemas de la crisis del euro y aseguró que “España cree que la solución de los problemas que afectan a la Unión sólo podrá venir del refuerzo de la gobernanza económica, la disciplina fiscal, la coordinación de políticas económicas y los instrumentos de estabilización financiera”.

Deseó éxito a las presidencias de Dinamarca y Chipre y a los Juegos Olímpicos del Reino Unido y abogó por el acercamiento a los países del este, felicitando a Croacia por su Tratado de Adhesión a la UE y destacando la "notable contribución" del Año Dual España-Rusia.

De Iberoamérica dijo que es “objetivo principal de nuestra acción exterior” y deseó que el Bicentenario de la Constitución de Cádiz, redactada por diputados españoles e iberoamericanos, “contribuya a reforzar aún más los lazos” entre ambas regiones, precisamente. Otro de los “pilares” de la política exterior española, dijo, son las relaciones con Estados Unidos, que ensalzó por la “gran madurez” que han alcanzado en todos los sectores.

También hizo referencia al Mediterráneo y el mundo árabe, que está viviendo “un proceso verdaderamente histórico” con cuyas reivindicaciones España “se ha solidarizado”.

Sólo puso una pega a que en 2011 “no se vio colmada” la esperanza de que se pusiera fin al conflicto entre israelíes y palestinos, y apostó por “una solución negociada que permita la creación de un Estado palestino y garantice la seguridad” a ese estado y a Israel.

Por último, destacó los “importantes pasos hacia la democratización y el desarrollo” dados por África y la solidaridad española con sus crisis humanitarias, los esfuerzos por ampliar relaciones con las potencias emergentes de Asia y recordó a las víctimas del terremoto de Japón y el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia a los llamados “Héroes de Fukushima” que impidieron, jugándose la vida, que el accidente nuclear fuera a mayores.

A todos los embajadores les dijo que la actual crisis “demanda fomentar la apertura de las economías y el comercio exterior”, por lo que España espera “seguir llenando de contenido económico las excelentes relaciones” que mantiene con sus respectivos países.