En una entrevista en TVE recogida por Servimedia, explicó que no es un "falso ejercicio de humildad", sino una mirada "honesta" a lo que significa el partido y a su propia capacidad de liderazgo.

Esa es la posición que mantendrá "sin ninguna duda" hasta el congreso que el partido celebrará el primer fin de semana de febrero y del que debe salir la nueva dirección, aseguró.

Reconoció que durante las últimas semanas ha habido "de todo" entre quienes le han pedido que se presente y le han aconsejado lo contrario, aunque no quiso dar nombres y reiteró que su preocupación es "no defraudar" y explicar bien sus motivos.

No quiso entrar en "leyendas" sobre sus verdaderas intenciones ni responder a los "rumores" que le sitúan a resguardo de las candidaturas de Alfredo Pérez Rubalcaba y Carme Chacón para mantenerse en primera línea con cualquiera de ellos y optar después a las primarias para la elección del candidato a la Presidencia del Gobierno.

"No espero nada", aseguró, más allá de un buen congreso que sea capaz de abrir el periodo de reflexión que debe afrontar el PSOE para recuperar la fuerza del proyecto socialdemócrata en España y en Europa.

Los dos precandidatos ya oficiales a la Secretaría General le han llamado para pedirle "ayuda" y a ambos se la ha dado y así seguirá siendo.

Sin embargo, su posición será de "neutralidad", como corresponde a la dirección del Grupo Parlamentario, que lo es de todos los diputados y senadores y que se deben, en último término, a los ciudadanos que los han elegido.

EXCELENTES CANDIDATOS

Por ello no se quiso decantar por ninguno de los dos, aseguró que ambos son "excelentes" y que pueden conducir al PSOE a un debate "muy rico" que culminará con "la mejor decisión" sobre el liderazgo.

En su opinión, Rubalcaba representa "la experiencia", incluso "la imagen de marca" del PSOE, "la madurez política" con una trayectoria dilatada y buena gestión en todos sus puestos, incluido haber sido "el mejor ministro del Interior" de la democracia, el que logró "acabar con ETA".

De Chacón, dijo que es la voz de "otra generación" de socialistas que tienen una determinada forma de interpretar el partido y que encarnan más "el futuro".

Después de elegir el secretario general todo indica que el partido irá a unas "primarias a la francesa", abiertas a los simpatizantes, para elegir al candidato a la Presidencia del Gobierno, y Madina cree que ahí podrá haber "varios" aspirantes.

En ese sentido, reconoció que él no forma parte de esa "nueva religión de las primarias" que parece haber surgido en el PSOE, porque las considera un "buen método" de elección de candidatos pero no "el único".

Son un método democrático, explicó, pero eso no significa que el PSOE haya empezado a ser democrático al incluir las primarias en sus estatutos, porque ya lo era desde el mismo momento en que Pablo Iglesias lo fundó.

CRÍTICAS AL GOBIERNO

Madina expuso los ejes de lo que considera que debe ser un proyecto netamente socialdemócrata y cuestionó las medidas aprobadas por el Gobierno, no sólo por contradecir sus propias promesas sino por ser contradictorias con los argumentos que esgrime para justificarlas.

Se preguntó, por ejemplo, por qué sube el tramo estatal del IRPF cuya recaudación irá a las arcas estatales si el origen de la supuesta desviación del déficit son las comunidades autónomas, que disponen de un impuesto, el de Patrimonio, que se puede utilizar para gravar las grandes fortunas.

Madina se mostró partidario de aplicar la ley "a todos" los que cometen un delito, y reconoció en ese sentido que no le gusta lo que se va conociendo sobre los ERE irregulares en Andalucía.

Sobre la investigación a José Blanco, explicó que confía "plenamente en él" y que la elevación del caso al Supremo es "una buena noticia", porque le permite defenderse de las acusaciones.