Laboral
Calviño confirma la reunión bilateral de Sánchez y Díaz para abordar la reforma laboral y juzga que fue “muy buena idea”
-Rehúye entrar en el “conflicto de eslóganes” sobre la derogación y dice que “no se trata de retrotraernos a la situación del 2009”
-Califica el tuit de Belarra como “una tormenta en un vaso de agua” y defiende la coordinación de ministerios para la reforma
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
La vicepresidenta segunda y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, reconoció este miércoles que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, le comentó que iba a desayunar ayer con la vicepresidenta segunda, Yolanda Diaz, para tratar sobre la reforma laboral y afirmó que le pareció “muy buena idea”.
“Si eso ha ayudado a que a que hayamos encarrilado el proceso de coordinación en esta fase decisiva de la reforma, pues me parece una buena noticia”, aseguró en declaraciones a la Cadena Ser recogidas por Servimedia al ser cuestionada sobre dicho encuentro, que según El País y el Periódico de Cataluña sirvió para cerrar el pacto de la reforma laboral.
Calviño quiso quitar hierro a esa cita a solas en La Moncloa donde, según dichos medios, salió trazado el documento que confirmaba la derogación de la reforma laboral del 2012 conforme a los acuerdos del Gobierno de coalición y el Plan enviado a Bruselas: “Me parece normalísimo que haya reuniones bilaterales del presidente con los miembros del Gobierno. Es habitual”, aseguró.
No quiso, sin embargo, entrar en el debate de qué alcance tiene esa palabra derogación. “Yo llevo tres años y medio intentando huir de debates que me parecen estériles porque solamente miran para atrás y me parecen muy pobres”, excusó, convencida de que “los ciudadanos se merecen algo más que un debate, un conflicto entre eslóganes, un debate sobre una palabra u otra”.
“Lo importante es mirar al futuro y construir ese mercado laboral que acompañe el proceso de modernización que necesita nuestro país”, prosiguió, asegurando que es la reforma en la que el Ejecutivo lleva tiempo trabajando y donde ya ha puesto algunas piezas como la regulación de los riders o del teletrabajo, ambas piezas también de un Estatuto de los Trabajadores del siglo XXI “que responda a lo que nuestro país necesita y que trate de resolver los problemas del pasado”.
Calviño expuso que el Gobierno “está absolutamente comprometido con una reforma laboral que nos permita erradicar la precariedad, impulsar la competitividad de las empresas y reequilibrar la negociación colectiva” como se recoge en el Plan de Recuperación “y todo lo demás, en cierto sentido, es ruido”, y “un conflicto de eslóganes y de palabras que yo creo que no es lo que interesa a los ciudadanos”.
La vicepresidenta rehuyó utilizar la palabra derogación explicando además que “lo importante es mirar al futuro” y atajar los problemas de los que adolece el mercado laboral. En primer lugar y a título explicativo, apuntó que el mercado laboral acusa “un problema muy grave de temporalidad”, donde “estamos muy por encima de las medias europeas” y hay que abordarlo “convirtiendo el contrato indefinido en el contrato normal, limitando las causas que pueden llevar a esa contratación temporal y también mejorando la regulación del contrato formativo para que sea un verdadero instrumento de inserción y de cualificación en el mercado laboral”.
Además, expuso que hay un problema muy claro de precariedad porque “ha habido una competencia a la baja en salarios”, especialmente en las subcontratas y en las empresas multiservicios “que han llevado a trabajadores pobres”, que debe atajarse “haciendo que el convenio sectorial sea el que fije la base salarial y que tengamos unos niveles mínimos para todos los trabajadores de un determinado sector”.
En tercer lugar, subrayó el problema del paro estructural y que en España, cuando hay una crisis, se destruye “masivamente” empleo, poniendo aquí en valor los ERTE como instrumento de protección de las empresas y de protección de los trabajadores, y recordó la intención de “hacer permanente un mecanismo de flexibilidad interna a las empresas, alternativa a la temporalidad y al despido”, capaz de estabilizar los niveles de empleo “para que no tengamos fluctuaciones cíclicas tan intensas”.
REFORMA DEL 2012
Al ser cuestionada de forma directa si eso se arregla aboliendo la ley del 2012 del PP como pide Unidas Podemos, Calviño expuso que “hay que corregir aquellos aspectos que han llevado a deteriorar esos problemas en el mercado o no los han resuelto”, pero matizó que dichos problemas, el paro juvenil o el paro estructural, “vienen desde hace mucho tiempo y por eso no se trata de volver de retrotraernos a la situación del 2009”.
La vicepresidenta económica recordó que el propio secretario general de CCOO, Unai Sordo, reconocía hace poco que “no se trata de volver a esa situación porque tampoco era deseable, porque había una enorme precariedad” y existía “una burbuja en el mercado inmobiliario que nos llevaba a tener una cierta ficción con respecto al funcionamiento del mercado laboral”.
“Entonces lo que tenemos es que mirar al futuro y establecer llegar a un buen equilibrio y a un buen acuerdo en las próximas semanas y tener una buena reforma laboral para encauzar esta fase expansiva”, agregó, indicando que ahora que estamos en la recuperación toca “crear empleo a buen ritmo” y “asegurarnos de que se crea empleo de calidad”, además de que se corrigen los problemas que venimos arrastrando.
“No se trata de cambiar todo por cambiar se trata de corregir aquellos elementos que hemos venido arrastrando, como digo, y esta es la hoja de ruta en la que estamos trabajando entonces”, zanjó sobre la reiterada pregunta de si hay que retirar todo lo adoptado en el año 2012.
Al ser cuestionada sobre si los objetivos señalados convencen a los empresarios, Calviño afirmó que “hay conciencia en todos los agentes sociales de que no podemos seguir igual, de que no podemos seguir con una competencia a la baja” y con la precariedad, apuntando como ejemplo de lo que hay que evitar la situación de las trabajadoras de limpieza en el sector turístico o la precariedad laboral para muchos jóvenes.
La vicepresidenta expuso que el objetivo debe ser alcanzar un marco que convezca a todos “porque las reformas estructurales que de verdad son eficaces y que perduran en el tiempo, son las que cuentan con el máximo consenso”. “Queremos justamente recuperar los consensos que se rompieron con la reforma de 2012 que fue hecha de manera unilateral”, agregó, indicando que el objetivo es que la patronal se sume al ser cuestionada directamente sobre la posición de los empresarios y el riesgo de que no suscriban el texto.
Por otro lado, restó importancia al tuit de la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030 y secretaria general de Unidas Podemos, Ione Belarra, reclamando una reunión urgente de la comisión de seguimiento del pacto de coalición por las palabras de Calviño. “Alguien ha descrito estos últimos días como una especie de una tormenta en un vaso de agua. Yo creo que es una buena descripción porque lo único que pasó fue un mensaje de tenemos que coordinarnos ahora que enfilamos la fase final de la negociación de la reforma laboral”, argumentó.
El polémico tuit que ha provocado la crisis en el Gobierno con el socio de coalición tuvo su origen en las palabras de Calviño indicando que la negociación arrancaba ahora y al intentar que la vicepresidencia económica coordinase los trabajos.
Al respecto, Calviño ha explicado que si se habla del nuevo mecanismo de los ERTE “es evidente que hay que incorporar los puntos de vista del ministro de Inclusión, de la ministra de Economía, de la ministra de Hacienda”, si se habla del contrato de formación “habrá que incorporar el punto de vista de la ministra de Educación” o del ministro de Agricultura. “O por lo menos yo así trabajo: incorporando los puntos de vista de todos los compañeros del Gobierno, porque eso es lo que hace que tomemos las mejores decisiones”, explicó.
Por último, Calviño rehusó entrar a valorar si esta ley tendrá nombre como lo han tenido otras normas como la ley Sinde o la Ley Celáa. “Lo importante, cuando estamos hablando de temas tan trascendentes, es, desde luego, dejar a un lado personalismos o individualidades, porque esta tiene que ser la reforma de la fase expansiva, es la reforma de la recuperación”, zanjó.
(SERVIMEDIA)
03 Nov 2021
ECR/gja