En una rueda de prensa ofrecida en la Cámara Baja, Silva recordó que ella también es gallega y afirmó que cree en "el valor cultural y patromonial de las lenguas". En su opinión, los padres de la Constitución establecieron "con mucha inteligencia que hay una lengua común, pero también otras tres lenguas que son patrimonio de los españoles y todos, aunque no las empleemos, estamos obligados a defenderlas".

La portavoz socialista dijo también que el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, cuyos abuelos y tatarabuelos hablaban gallego, "tiene todo el derecho" a reclamar que también lo puedan usar sus nietos. "Como gallega", aplaudió su decisión de asistir a la manifestación y "defender un idioma desde la no confrontación", y criticó al vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, por calificarlo de "lamentable". A su parecer, Caamaño "se ha situado al lado de las causas justas".

A preguntas de los periodistas, Silva reconoció que "una lengua no tiene que estar por encima de la voluntad de nadie", pero afirmó que "las leyes están para definir cómo se usa una lengua", y deben "permitir que no se pierda una lengua" y que los niños puedan "conocer en el sistema educativo la lengua que emplean en su familia". "Es falso que los ciudadanos gallegos se sientan atacados porque haya normas que defiendan el gallego", sentenció.

Por último, la portavoz socialista se mostró partidario de "hacer un pacto entre las fuerzas políticas para alejar este tema del debate". En su opinión, "lo único que consigue es enfrentar", cuando los gallegos siempre han vivido "con total naturalidad" su bilingüismo.