El fallo redactado por Marchena, que estos días ha sido particularmente criticado desde Unidas Podemos por pedir tácitamente la suspensión del ya exdiputado de Unidas Podemos Alberto Rodríguez, argumenta que en las distintas querellas y denuncias por el tuit de Echenique “no se aporta indicio alguno de su relación con los graves altercados y disturbios que, como se admite, se iniciaron con anterioridad a la publicación del mismo, ni del pretendido incremento de los asistentes a estas convocatorias”.

Vox, la CEP, Manos Limpias y el partido político Por Todos imputaban a Echenique un delito de distribución o difusión pública de mensajes o consignas para la comisión de un delito de alteración del orden público, por el tuit, publicado el pasado 17 de febrero: "Todo mi apoyo a los jóvenes antifascistas que están pidiendo justicia y libertad de expresión en las calles. Ayer en Barcelona, hoy en la Puerta del Sol. La violenta mutilación del ojo de una manifestante debe ser investigada y se deben depurar responsabilidades con contundencia”.

Para la Sala Segunda del Tribunal Supremo, sin embargo, dicho delito no justifica “la sanción general de la mera realización de comentarios que puedan incitar de un modo más o menos indirecto a los desórdenes públicos”, como pudo hacer el que Echenique publicó en su perfil de Twitter.