ETA. El fiscal eleva de 57 a 639 años de cárcel su petición para el etarra Carasatorre

- Por el atentado contra el cuartel de Arnedo (La Rioja)

MADRID
SERVIMEDIA

La Fiscalía ha decidido modificar su petición inicial y ha elevado de 57 a 639 años de cárcel su solicitud de cárcel para el etarra Juan Ramón Carasatorre, al que acusa de ser uno de los autores materiales del atentado contra el cuartel de la Guardia Civil en Arnedo (La Rioja), que tuvo lugar en la madrugada del 17 de agosto de 1995

El fiscal encargado del caso, Carlos Bautista, hizo esta modificación al final del juicio celebrado esta mañana por la Sección Tercera de lo Penal de la Audiencia Nacional contra Carasatorre.

El representante del Ministerio Público realizó este cambio al atribuir al etarra un total de 38 delitos de asesinato terrorista en grado de tentativa, cuando en un inicio sólo le acusaba de uno de estos delitos.

Bautista explicó que el objetivo de los etarras al atentar contra el cuartel de Arnedo era asesinar a todos sus ocupantes, un total de 38 personas en el momento de la explosión, de ahí que impute a Carasatorre 38 delitos de tentativa de asesinato terrorista.

Le atribuye además delitos de atentado, detención ilegal, utilización ilegítima de vehículo a motor, tenencia de explosivos, tenencia de armas y falsificación de matrículas.

El fiscal Bautista sostuvo que en el año 1995 Carasatorre integraba el “comando Donosti” de ETA junto a Valentín Lasarte y el que más tarde fue jefe militar de la banda Francisco Javier García Gaztelu, alias “Txapote”. Este grupo recibió de la dirección de la organización terrorista la orden de atentar contra el cuartel de la Guardia Civil en Arnedo, acción para la que recibieron 90 kilos de explosivos.

Tras desplazarse hasta Arnedo para recabar la información necesaria, los terroristas elaboraron dos artefactos explosivos en un piso franco que tenían en la localidad guipuzcoana de Ibarra.

Según Bautista, Carasatorre y los demás integrantes del “comando Donosti” llegaron a Arnedo sobre las 3.00 horas de la madrugada del 17 de agosto de 1995.

SORPRENDIDOS POR LOS AGENTES

Cuando iban a colocar las dos bombas junto a la fachada trasera del cuartel de la Guardia Civil, los etarras fueron sorprendidos por dos agentes de la Policía Municipal.

Los terroristas abandonaron los artefactos sobre el capó de dos coches estacionados en el aparcamiento del cuartel e iniciaron la fuga.

Las bombas explotaron sobre las 3.50 horas, hiriendo levemente a algunas personas y provocando cuantiosos daños materiales.

Lasarte, al inicio de la vista oral, señaló que no iba a participar en el juicio. En la vista oral compareció el etarra Valentín Lasarte, quien dijo no recordar si el acusado participó en la acción terrorista.

“A esta persona la conozco de ETA pero no recuerdo los detalles”, dijo Lasarte, quien ya ha sido condenado por estos hechos y que compareció en calidad de testigo.

El etarra alegó haber sido presionado por el antiguo instructor de la causa, Baltasar Garzón, para explicar que ahora se haya retractado de las declaraciones en las que implicó a Carasatorre en la acción terrorista.

LARGA HUIDA

En su huida de Arnedo, la excesiva velocidad provocó que el acusado y sus acompañantes se salieran de la carretera cerca de Calahorra (La Rioja). Los terroristas consiguieron detener el vehículo de la Policía Municipal que les perseguía, encañonando a los dos agentes, a los que abandonaron maniatados antes de continuar la fuga en el coche-patrulla.

Poco después, los etarras consiguieron hacerse con el vehículo de un particular al que engañaron simulando ser policías. Aun así, los miembros del “comando Donosti” fueron interceptados por una patrulla de la Ertzaintza, iniciándose una nueva persecución.

Carasatorre y sus compañeros acabaron abandonando el vehículo en un camino forestal de la localidad de Ullibarri-Viña (Álava). Los tres terroristas comenzaron entonces una huida a pie que se prolongó durante cinco días, caminando durante las horas de noche y escondiéndose entre la maleza durante el día.

Finalmente llegaron el 22 de agosto a un camping de la localidad alavesa de Otazu y se introdujeron en una caravana, a cuyos propietarios encañonaron, obligando a uno de ellos a trasladarles en su vehículo hasta la localidad de Andoain (Guipúzcoa).

(SERVIMEDIA)
01 Dic 2011
DCD/caa