Bajo un cielo cubierto, aunque sin lluvia y con una agradable temperatura de 23 grados, a las dos y media de la tare y coincidiendo con la llegada del alcalde, Jose María Alvarez del Manzano, daba comienzo el reparto del popular plato típico.

Los elementos utilizados para el guiso fueron los siguientes: 1.000 kilos de garbanzos, 2.000 kilos de patatas, 700 de carne, 300 de huesos de caña, 150 de sal, 600 de guindilla en conserva, 400 de zanahorias, 500 de morcilla y chorizo, 300 de hueso de espinazo y 550 kilos de gallina. Estos ingredientes fueron donados, como cada año, por el Centro Comercial Las Ventas

Elcapitán Canino, de la Agrupación Militar de Abastecimiento de Madrid Centro, unidad que ha colaborado en todas las ediciones de este acto, manifestó a Servimedia que en esta ocasión han participado un centenar de miembros de la agrupación. "Nos encargamos de toda la organización, montaje de las cocinas, de las tiendas, mesas, vallas".

La Plaza Mayor se encontraba literalmente ocupada por miles de personas que hicieron cola desde horas antes del inicio del reparto ante las 14 cocinas de campaña instalaas. Después de una espera de aproximadamente dos horas, los comensales recibieron su ración de cocido y, como novedad en este año, una bolsa de aceite de oliva y una barrita de pan.

De todas formas, la espera no pareció importarles ya que todos coicidieron en calificar de "muy bueno" al cocido. Jóvenes, ancianos, familias completas, madrileños vestidos con los trajes típicos y algún extranjero sorprendido dieron buena cuenta del cocido.

Para ello, los más afortunados utilizaron las mesas instalads, mientras que los demás se sentaron en los soportales de la Plaza Mayor, en el suelo o en la entrada de los bares. Aunque las cafeterías y bares no tuvieron mucha demanda de aperitivos si sirvieron para abastecer la bebida durante la comida o el café de después.

Un grupo de música amenizó el banquete con canciones populares, entre las que no faltó, obviamente "Cocidito Madrileño", así como sevillanas, que aunque no son muy madrileñas, hicieron que muchos se arrancaran a bailarlas. De postre, barquilos, que vendían los populares barquilleros.

La representación oficial del acto estuvo formada por personalidades de Aldeas Infantiles y miembros del Ayuntamiento de Madrid, como el popular Matanzo o el propio alcalde, acompañado por su esposa. Estos pudieron disfrutar del cocido en una tienda habilitada especialmente para ellos.

El presidente de Aldeas Infantiles, Juan Belda Bautista, manifestó a Servimedia que "lo que nosotros pretendemos con nuestro mensaje aquí es que los madrileños se acuerde que hay niños marginados en nuestra ciudad. Este es el mensaje nuestro del cocido: que al mismo tiempo que se divierte, se come un plato de cocido se entere que hay niños que sufren".

Juan Belda destacó que "es muy importante la labor de los medios de comunicación, que transmiten este mensaje y como consecuencia ampliamos el número de socios. No en balde cuando comenzamos el cocido teníamos 5.000 socios y hoy tenemos 60.000".

El presidente de Aldeas Infantiles informó sobre las últimas actuacions de la asociación: "estamos ampliando cada vez más las plazas para acoger niños, estamos terminando una aldea en Tenerife, tenemos a medio construir la de Zaragoza y vamos a iniciar el mes que viene la de Las Palmas.

Por su parte, José María Alvarez del Manzano señaló a Servimedia que esta actividad es "un acto de celebración compartida con miles de madrileños, como se hace en miles de lugares de España en ocasión de las fiestas y, al mismo tiempo, aprovechamos para acordarnos de los niños que no tieen hogar, que les falta todo. Además, hacemos referencia a nuestras costumbres, al cocido madrileño, que es nuestro plato esencial".

De todas formas, lo que dominó en eesta jornada fue el ambiente festivo, ya que la mayoría de la gente declaró no acudir tanto por un motivo de solidaridad sino por el cocido y el fin de fiesta de las celebraciones en honor del patrón madrileño, San Isidro.