Desde que hace dos años el consistorio decidiera adquirir un Belén popular que formase parte del patrimonio de la ciudad, el escultor y belenista madrileño José Luis Mayo ha venido realizando una serie de figuras artesanales de palillo para crear este misterio.

Todas las figuras del Belén han sido moldeadas a mano con arcilla y policromadas con pintura al óleo. Además, cuenta con diversas construcciones realizadas en madera y forradas con pastas cerámicas pintadas a mano.

El Belén ha ido creciendo año tras año con nuevas figuras y construcciones y se ha buscado cada vez el espacio más adecuado para exhibirlo, siempre en zonas céntricas y de fácil acceso al público. Entre las nuevas edificaciones, este año destaca la inclusión del Castillo de Herodes, un molino hebreo y la culminación de la cueva en una arquitectura derruida para acoger la Gloria de Ángeles.

En cuanto a figuras, se han completado la caravana de Reyes y los ángeles, introduciéndose una anunciación a los pastores, además de diferentes personajes para el pueblo y la gruta. El Nacimiento se recrea también en detalles como la vegetación y los animales, destacando el numeroso ganado ovino y caprino.

El Belén mide en total 70 metros cuadrados y este año se ha contado con la colaboración del escenógrafo Paco Azorín para el diseño de la instalación. Azorín ha concebido una disposición central que el ciudadano podrá visitar por todos sus lados, teniendo una visión más dinámica y cercana del conjunto.

Junto con este Belén popular, el ayuntamiento ha diseñado para esta campaña de Navidad y Reyes un itinerario de belenes formado por un total de 24 misterios ubicados en diferentes puntos de la capital, entre los que destacan un Belén napolitano que data del siglo XVIII (también de propiedad municipal), que se expondrá nuevamente en el Museo Municipal de Madrid, y el Belén más grande de Europa, en Azca.