Tras aterrizar, el jefe de la Cancillería afirmó que su viaje representa “una nueva etapa en nuestra política exterior”, ya que “España es un país con voz global y ella debe de oírse en todas las crisis”.

Albares subrayó que Libia es un país” fundamental para el control de los flujos migratorios en el Mediterráneo y para la estabilidad de la región”, tanto en el Mediterráneo como en el Sahel, donde se vive un incremento de la actividad terrorista.

Por otra parte, el titular de Exteriores destacó que Libia “cuenta con la mayor reserva de hidrocarburos en la zona” y, por lo tanto, es un país estratégico “para la seguridad, para la estabilidad y para el desarrollo económico en todo el Mediterráneo” y también “clave para España y para los españoles”.

Además, avanzó que el 29 de noviembre en Barcelona se celebrará la cumbre de la Unión por el Mediterráneo (UpM), una alianza entre 42 Estados tanto de la Unión Europea como de la orilla sur del Mediterráneo, que “será también una ocasión, con el resto de mis homólogos, de plantear la centralidad” de esa cita para la estabilidad de la región.