Rubalcaba protagonizó este viernes un mitin ante un lleno Pabellón Ceares Coto-Viesques, en Gijón, donde alertó de que el programa de Rajoy es un claro “retroceso” en los derechos civiles, empezando por los de las mujeres, por la intención de revisar la ley de interrupción voluntaria del embarazo.

El PP siempre va años “por detrás”, como ahora al querer volver a una legislación contra la que en su día votó, o al generar “incertidumbre e inseguridad” entre los homosexuales que no saben si Rajoy retirará o no el recurso contra la ley que les permite casarse.

Querer cambiarle el nombre al “matrimonio” entre personas del mismo sexo, aseguró, es como decir que los homosexuales pueden dormir después de comer “pero eso no se llama siesta”.

“Parece mentira”, dijo, “que una derecha tan liberal” en lo económico, partidaria de la “desregulación en los mercados y de que cada cual campe por sus respetos”, sea luego “tan restrictiva” en lo que afecta a la vida personal de los ciudadanos.

De la misma forma que juzgó “intolerable” que los dirigentes del PP “se llenen la boca” hablando de la autoridad de los profesores pero luego “les falten” el respeto llamándoles “vagos” porque hacen una huelga para defender sus derechos y la calidad de la escuela pública.

“Sostengo que no les gusta la igualdad de oportunidades”, concluyó, y que en el PP “tienen alergia a las becas” porque Alberto Fabra quitó en Valencia las de comedor, María Dolores de Cospedal “se cargó” en Castilla-La Mancha los complementos a las Erasmus y Alberto Nuñez Feijoo en Galicia las de libros de texto.

El PP “es un riesgo para la igualdad de oportunidades” en España, “un peligro para el Estado del bienestar”, sentenció, y llamó frente a ello a defender “con uñas y dientes” la escuela pública y ese Estado del bienestar como una red “de seguridad frente al infortunio”.

Volviendo al debate del pasado lunes, insistió en que él no se presenta “leyendo los papeles que me haya escrito nadie”. Para ser presidente “hay que comprometerse, actuar, decidir”, sobre todo en las actuales circunstancias, y decir a los ciudadanos “a la cara lo que realmente se quiere hacer, y no esconderse detrás de ambigüedades y falsas promesas”.

Rubalcaba esgrimió el calor que hacía en el pabellón, lleno y con el aforo entregado, para quitarse la chaqueta en pleno mitin y quedarse en mangas de camisa, y recuperó algunas de las propuestas que por la mañana avanzó en Twitter para “modular” la política económica, compatibilizando el ajuste del gasto con los incentivos al crecimiento y a la creación de empleo.

Los próximos años serán cruciales para España, aseguró, y será clave “quién lleve el timón del barco en una travesía tan complicada”. Hay que desplegar políticas, pero sobre todo valores y principios que las inspiren.

En ese sentido, recuperó la comparación del PSOE con un roble centenario que se mantiene en pie pese a las tempestades gracias a sus profundas raíces, esos valores y principios que son “los de siempre”, los que impulsaron el Estado del bienestar en los años ochenta y para los que pidió ese voto de confianza.

Antes de este mitin, al llegar a Asturias, el candidato visitó el Centro Cultural Internacional “Oscar Niemeyer”, en Avilés, para respaldarlo ante la incertidumbre sobre el futuro de su gestión.

Antes de intervenir Rubalcaba, el ex presidente del Principado y candidato al Senado, Vicente Álvarez Areces, sentenció que el PP y el Foro Asturias proceden de la misma familia pero son “irreconciliables”, y lo que juntos han traído a la región es “la ruina”.