Lo dejó claro el portavoz de Unidas Podemos en el Congreso de los Diputados, Pablo Echenique, a pregunta de los periodistas en la rueda de prensa posterior a la Junta de Portavoces.

En su opinión, hay “dos consensos”, que son “por un lado proteger a las mujeres y, por otro, luchar de frente contra la industria proxeneta”, y avanzó: “Vamos a intentar trabajar esos consensos, pese a que Ada Colau y los compañeros de En Comú Podem no estén de acuerdo con ese consenso”.

La enmienda de los Comunes consiste en suprimir los artículos de la Ley de Libertad Sexual que vuelven a penalizar la tercería locativa, despenalizada en 1995, y lo argumenta señalando que esa inclusión “refuerza la falta de consideración hacia el consentimiento, la voluntad y la capacidad de autodeterminación de las personas que ejercen la prostitución”, “contribuye a

reforzar el estigma de la prostitución y a dificultar la distinción entre prostitución voluntaria y prostitución forzada” y aboca a las trabajadoras sexuales a “efectos muy perjudiciales como la clandestinización de la actividad, peores condiciones de trabajo y dificultades en el acceso o, incluso, la pérdida de la vivienda”.