Cesida emitió un comunicado en el que mostró su “rotunda condena” a las “proclamas violentas de carácter serófobas, homófobas y racistas vertidas por los organizadores y participantes” de esta marcha, en la que se escucharon lindezas del tipo “eliminar a los sidosos de Madrid” o “sacar de las calles a los homosexuales”.

En ese sentido, el presidente de Cesida, Ramón Espacio, recalcó que “este tipo de discursos de odio, que en el caso de las personas con el VIH creíamos ya desterrados de la escena pública, pone de manifiesto la reactivación de grupos ultras”.

Añadió que “la irrupción de formaciones de extrema derecha está normalizando en el discurso político público la discriminación y la violencia hacia sectores de la sociedad española especialmente vulnerables”, por lo que “nos hemos unido para presentar una querella criminal para que se depuren responsabilidades por estos hechos inaceptables”.

Por último, urgió a desarrollar una “ley de igualdad de trato y no discriminación que proteja a la ciudadanía frente a los discursos de odio y la discriminación”, cuya concreción “permitiría que se sancione de forma clara y rotunda los actos discriminatorios y vejatorios por origen racial o étnico, enfermedad o estado serológico, orientación sexual e identidad de género, discapacidad o edad, entre otros”.