Indicó que, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), desde 2018 el riesgo de pobreza o exclusión de la infancia en la Comunidad de Madrid ha aumentado 1,3 puntos. La directora general de Educo, Pilar Orenes, incidió en que “poner el foco” en los derechos de la infancia sigue siendo la gran asignatura pendiente, y recalcó que “si queremos vivir en una sociedad que promueva la justicia social y que crea en el poder transformador de la educación, no podemos permitir que la brecha de desigualdades sea cada vez más profunda”.
En este sentido, la infancia sigue representando al colectivo más perjudicado por la falta de acceso a recursos como una alimentación adecuada o poder disfrutar de, al menos, una semana de vacaciones fuera de casa. De hecho, la tasa de riesgo de pobreza o exclusión social de la infancia se sitúa en el 25,1%, lo que significa 4,2 puntos superior a la de la población en general, que es del 20,9%.
La organización señaló que 305.586 niños y niñas en esta comunidad viven en hogares por debajo del umbral de pobreza, en situación de carencia material, incluyendo aspectos como dificultades para afrontar imprevistos o pagar suministros básicos, y en hogares sin empleo o con baja intensidad laboral.
Asimismo, la carencia material de la infancia, que mide aspectos como el de hogares con menores de 18 años que no pueden hacer frente a imprevisto, mantener la vivienda a una temperatura adecuada o no poder comer carne, pollo o pescado cada dos días, en la Comunidad de Madrid se ha incrementado en el último año del 6,4% al 8,7%.
El porcentaje de hogares donde viven niños, niñas y adolescentes con retrasos en el pago de suministros básicos en la vivienda principal, como el alquiler, la hipoteca, la electricidad, el gas o la comunidad, ha aumentado del 9,2% a un 13,7%. Además, un 35% de los hogares donde viven menores no pueden hacer frente a imprevisto, y un total de 391.013 hogares tienen dificultades para llegar a fin de mes.
Es por ello, que Orenes insistió en que el inicio del curso escolar es un momento “clave” para preguntarse “qué modelo de sociedad queremos tener”.