Según informó la Policía en un comunicado, la investigación para localizar al prófugo, que había sido general del Ejército y diputado del chavismo, comenzó tras su fuga en el año 2019, siendo su localización y detención desde ese año una de las grandes prioridades de los especialistas en localización de fugitivos de la Policía Nacional.

Los agentes constataron que no figuraba como propietario de ningún bien ni propiedades inmobiliarias, al igual que de ningún vehículo, o línea telefónica en territorio español por lo cual sospecharon que usaba a otras personas como figuras interpuestas para no dejar rastro alguno.

Además, se supo que el fugitivo se sometió a varias operaciones de cirugía estética para modificar su apariencia y que estaría usando elementos de disfraz para facilitar su ocultación, tales como bigotes, barba y pelucas postizas, también para figurar en la imagen de los pasaportes falsos que iba obteniendo.

INTERCAMBIO DE INFORMACIÓN

Como fruto del intercambio de información operativa en el ámbito de la cooperación policial internacional, se tuvo conocimiento de un posible paradero, concretamente una urbanización de Madrid. Allí se articuló un amplio dispositivo de vigilancia y seguimiento, en el que tomo parte la Oficina de Enlace de la DEA acreditada en España.

Una vez ubicada la vivienda, se solicitó el correspondiente mandamiento de entrada y registro al Juzgado de Guardia que se realizó la noche del jueves. Los agentes tuvieron que derribar la puerta al estar blindada y el piso fortificado. El fugitivo fue neutralizado y engrilletado tras ser hallado en la última de las habitaciones de la casa portando un cuchillo.

Ante los agentes reconoció que había permanecido en nuestro país en todo momento y que, desde su fuga, hace ya dos años, cambiaba cada tres meses de escondite, utilizando domicilios diferentes en los que vivía completamente enclaustrado, sin salir a la calle en ningún momento, atemorizado por la difusión pública de su imagen.