En la rueda de prensa en la que se presentó hoy la sesión científica participaron el presidente del Cgcom, Tomás Cobo, y la directora general de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), Beatriz Domínguez-Gil.

El doctor Cobo expuso que la cita supone “un gran hito” para la medicina a nivel mundial, ya que aborda un “desafío” profesional desde la perspectiva de la ética médica y la deontología.

Asimismo, señaló que en relación con los trasplantes “existen dos aspectos que resultan especialmente trascendentes: la donación como parte integral de los cuidados al final de la vida y el papel del profesional sanitario en la prevención y la lucha contra el tráfico de órganos humanos”, temas sobre los que versarán las dos mesas de la sesión científica, que contarán con profesionales de referencias del ámbito nacional e internacional, así como con representantes de las instituciones públicas.

Al hilo de este asunto, la doctora Domínguez-Gil, destacó que “en los cuidados al final de la vida, los profesionales deben tener en consideración no solo aspectos clínicos o médicos, sino también los principios y los valores que han regido la vida de su paciente”. Según agregó, “diferentes sociedades científicas nacionales e internacionales han promovido el principio de que la donación ha de formar parte integral de los cuidados al final de la vida. Este principio implica que, cuando un paciente fallece o va a fallecer de forma inminente en circunstancias compatibles con la donación de órganos, el profesional sanitario responsable debe considerar la opción de la donación y posibilitarla si es coherente con los valores de la persona”.

En este sentido concluyó que “toda persona debe poder tener la posibilidad de donar si ese es su deseo y las circunstancias lo permiten.”

Otro aspecto que los médicos tratarán en el evento, según indicó la directora general de la ONT, será el papel del personal sanitario en la prevención y la lucha contra el tráfico de órganos. Que, añadió es “un delito y un problema para la salud individual y pública”, además, “necesita del personal sanitario para tener lugar”.

A este respecto resaltó que el personal sanitario se va a encontrar a lo largo de su vida en situaciones en las que podrá prevenir el tráfico de órganos y, en todos los casos, el médico “debe reportar si existe sospecha de alguna actividad delictiva” o informar al paciente de las implicaciones de estas antes de que se produzcan.