ETA. UN ESCUPITAJO Y UNOS CALZONCILLOS, CLAVES PARA LLEVAR A JUICIO A UN PROETARRA
- Será juzgado el jueves en la Audiencia por atentar contra la sede del PP en Ermua
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Los restos genéticos encontrados en un escupitajo y en unos calzoncillos han sido las pruebas fundamentales para que el próximo jueves se siente en el banquillo de los acusados de la Audiencia Nacional el jóven Sabín Mendizabal, a quien la Fiscalía acusa de atentar con una bomba casera contra la sede del PP en Ermua (Vizcaya) el 21 de mayo de 2003.
El artefacto casero, compuesto por una carga de pólvora piroctécnica y una bombona de camping gas, no llegó a detonar, por lo que los agentes policiales pudieron encontrar en el interior de la mochila en el que se encontraba unos guantes de látex.
Según el escrito de la Fiscalía, los restos genéticos encontrados en los guantes de látex coincidieron con los de “un esputo arrojado voluntariamente por el acusado el 18 de marzo de 2005 en el recinto público de las intenaciones de la Universadida del País Vasco en Leioa (Vizcaya)”.
Además, tras el arresto de Mendizabal en enero de 2006, los agentes analizaron los restos biológicos de su calzoncillo, que también coincidieron con el perfil hallado en los guantes de látex.
El fiscal encargado del caso, Miguel Ángel Carballo, acusa a Mendizabal de un delito de tenencia de explosivos y pide para él ocho años de prisión así como 18 de inhabilitación absoluta.
El representante del Ministerio Público señala que Mendizabal era conocido por la Policía por su presunta participación en varios actos de “kale borroka”.
De hecho, el escrito indica que las caracterísitcas del artefacto explosivo utilizado en la sede del PP coinciden con las bombas caseras colocadas ese mismo año en la casa del pueblo de Eibar (Guipúzcoa) y en un aparcamiento próximo a la sede popular en Ermua.
(SERVIMEDIA)
12 Oct 2009
DCD/gfm