Lo hizo en un acto celebrado por el PSOE en Torremolinos (Málaga) un día después de que Aznar afirmara que el PSOE ha llegado a La Moncloa en dos ocasiones en circunstancias “muy especiales”: una, en 2004, “utilizando unos ataques terroristas para intentar afectar la credibilidad del Gobierno”, y otra, en 2018, mediante “una moción de censura apoyada por separatistas y exterroristas”.

Marlaska dijo sentirse “orgulloso” de que el PSOE apoye su acción política en “tres conceptos muy importantes”: “convivencia, concordia y diálogo y mirar al futuro”, como se puso de manifiesto este martes con la aprobación en el Consejo de Ministros de los indultos a los líderes independentistas catalanes encarcelados.

Esto le permitió lamentar que a quienes “les gusta la España negra, a Aznar”, demuestran que “han perdido la memoria absolutamente, porque mienten y olvidan que el haber mentido les llevo a perder las elecciones en 2004”.

‘PRESTIGE’ Y CORRUPCIÓN

También evocó que el PP perdió las elecciones porque el Gobierno presidido por Aznar “mintió” en “el peor desastre ecológico que sufrió España”, en referencia al vertido de petróleo del ‘Prestige’, en “los sucesivos hechos que condujeron a la guerra de Irak” y “se fue mintiendo sobre el peor atentado que hemos sufrido los españoles”.

A su vez, Marlaska rememoró que fue la “corrupción” del PP la que provocó la moción de censura del año 2018 que llevó a Pedro Sánchez a la Presidencia del Gobierno.

Además, acusó a Aznar de “olvidar” que durante sus ochos años en La Moncloa “hizo indultos” y llevó a cabo una “política penitenciaria” en la que se aprobaron acercamientos de terroristas de ETA.

El titular de Interior deploró que un expresidente del Gobierno se dedique actualmente a “denostar” al Ejecutivo y a quienes quieren “convivencia, concordia y diálogo”, entre quienes citó a la sociedad civil, las organizaciones sociales, los sindicatos, las patronales empresariales y la Conferencia Episcopal.

“Nadie puede hablar, salvo ellos”, exclamó, para, a continuación, concluir su intervención aseverando que en un país democrático la “sociedad civil es la que habla” y actúa para “dignificar la política”.