Darán servicio a los consumidores que acudan a recoger los pedidos que hayan realizado a través del servicio de compra online o en las tiendas de Madrid y Barcelona. Este servicio, gestionado por la empresa, tiene un coste de 5 euros para compras inferiores a 50 euros y es gratuito a partir de esa cantidad.

Estas aperturas se enmarcan en la apuesta de la marca por la accesibilidad a nivel nacional y en su estrategia de expansión. Así, en los últimos años la marca ha puesto en marcha diferentes formatos para llegar a nuevas zonas y, por tanto, llegar a más consumidores y estar más cerca de ellos de una forma mucho más funcional y especializada.

La CEO de Ikea en España, Petra Axdorff, indicó que para la empresa “los mercados madrileño y catalán son estratégicos dentro de nuestro plan de expansión, con estos dos formatos queremos ofrecer nuevas alternativas a nuestros clientes de Madrid y Barcelona, acercándonos cada vez más a lo que necesitan”.

Unas declaraciones, que se sustenta en que los mercados de estas dos ciudades son focos de crecimiento definidos dentro del plan de expansión de la compañía, que tiene prevista para los próximos años una inversión de 150 millones de euros y la creación de 750 empleos.