Salud
Sanitarios y pacientes piden aprovechar las nuevas tecnologías para una atención participativa de los enfermos
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Los profesionales sanitarios y las asociaciones de pacientes reclamaron este martes a las administraciones competentes que aprovechen las potencialidades que ofrecen las nuevas tecnologías, y que se han puesto de manifiesto durante la pandemia del coronavirus, para auspiciar una atención participativa de los enfermos en el seguimiento de sus patologías.
Así lo plantearon durante la celebración de una nueva edición de los desayunos POP de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes en la que se analizó la relación profesional sanitario-paciente tras la pandemia y se abordaron los retos y oportunidades a los que tienen que enfrentarse ambos colectivos.
Este diálogo estuvo moderado por el director general de Servimedia, José Manuel González Huesa, y contó con la participación de la presidenta de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes, Carina Escobar, y el presidente de la Sociedad Española de Médicos de Familia y Comunitaria (semFYC), Salvador Tranche.
También intervinieron la presidenta de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), Olga Delgado; el secretario general del Consejo General de Colegios Oficiales de Enfermería de España (CGE), Diego Ayuso; y Serafín Romero, asesor del gabinete del consejero de Salud y Familia de la Junta de Andalucía.
Ayuso destacó que la pandemia provocó una “reorganización de los servicios sanitarios”, ya que todos los recursos se destinaron a atender a los pacientes infectados por el coronavirus, lo que provocó un “déficit de atención” a los enfermos crónicos. “La segunda pandemia ha sido la no atención a los pacientes crónicos, sobre todo durante la primera ola”, aseveró.
A pesar de ello, comentó que la situación se ha ido normalizando gracias al progreso de la vacunación, si bien señaló que la atención personalizada propia del tiempo previo a la pandemia se ha sustituido por una atención telefónica, “lo que es triste”.
No obstante, llamó a hacer de la necesidad virtud para, aprovechando las potencialidades que ofrecen las nuevas tecnologías, desarrollar “formas de atención sanitaria accesibles, cercanas, que permitan un contacto cara a cara, aunque no sea presencialmente. En definitiva, una comunicación fluida con los pacientes”.
Esas nuevas formas de atención, continuó Diego Ayuso, deben centrarse en las “necesidades del paciente”, para lo cual se hace necesario incorporar las tecnologías de la información a las consultas y formar a los profesionales sanitarios para este cambio.
LECCIONES DE LA PANDEMIA
Carina Escobar atestiguó que “la pandemia nos tiene que enseñar” a mejorar el sistema sanitario, ya que antes de su irrupción “los datos no eran buenos” en materia de infraestructuras y en la Atención Primaria, entre otros campos.
Reconoció que este último año y medio ha sacado a la superficie un “nuevo marco de relación” entre los profesionales sanitarios y los pacientes gracias a las nuevas tecnologías, de las cuales se tiene que extraer lo positivo para, “de todo este horror vivido, sacar lo bueno”.
Si embargo, dejó caer que la conveniencia de la atención presencial debe ser determinada por un análisis de la situación de cada paciente, así como de la dotación de los recursos necesarios. “No podemos empezar a pensar en una medicina a distancia sin resolver las urgencias del presente”, aseveró.
“OPORTUNIDAD PARA CAMBIAR”
Por su parte, Olga Delgado manifestó que la irrupción de la pandemia ha supuesto un “punto de inflexión” que ofrece una “oportunidad para cambiar” las relaciones entre los profesionales sanitarios y los pacientes.
Comentó que las nuevas tecnologías empleadas para las consultas durante los momentos más duros de la pandemia han puesto de manifiesto la posibilidad de tener un seguimiento personalizado y un “contacto continuo” con los pacientes.
Olga Delgado aseveró que ese cambio ha de permitir la evolución desde una atención “unidireccional y totalmente dictada a la norma de los profesionales” hasta una “asistencia participativa y bidireccional”, ya que “no se puede centrar todo en la consulta presencial”.
Esto le permitió aseverar que “la virtualidad ofrece oportunidades de hacer lo que no hacíamos”, si bien observó que es necesario formar a los profesionales y pacientes en el manejo de esas tecnologías, desarrollar un método y destinar una inversión adecuada.
A su vez, Serafín Romero añadió que la pandemia ha puesto el foco sobre la “nueva oportunidad” que ofrecen las nuevas tecnologías, sin olvidar que ese “entorno de relación” ha de compaginarse “necesariamente” con la consulta física.
Por esa razón, instó a dotar de la necesaria inversión en tecnología a las consultas y a proporcionar a los pacientes los “medios suficientes” en sus domicilios. “Si lo sabemos hacer bien, conseguiremos el mejor control de la demanda para que los profesionales sanitarios en Atención Primera y en los hospitales tengan los tiempos de atención necesarios”, dijo.
HEROÍSMO VS HUMANISMO
Por último, Salvador Tranche declaró que la pandemia “ha estirado las costuras” y “ha expuesto las vergüenzas” del Sistema Nacional de Salud, en general, y de la Atención Primaria, en particular, con la que “no se contó” para su gestión, a pesar de que, por cada paciente diagnosticado en los hospitales con una prueba PCR, en este nivel sanitario se atendió a nueve.
Relató que durante este último año y medio ha habido “mucho heroísmo”, cuya máxima expresión han sido la muerte de profesionales sanitarios, la mayoría de ellos médicos de familia, aunque exhortó a poner el énfasis en el “humanismo”.
Esto le permitió expresar que “uno puede ser un héroe durante un tiempo”, pero precisó que “la organización (las administraciones) tiene que empezar a pensar en las necesidades de los profesionales y los pacientes”.
Así pues, arguyó que muchas de las necesidades de los enfermos “no requieren la presencialidad”, un paradigma que choca con las resistencias lógicas de los pacientes de edad provecta y con el rechazo de las autoridades, que creen que la labor de los profesionales sanitarios es la propia de la cadena de montaje de una factoría.
Luego de dejar caer que el establecimiento de una franja horaria de siete minutos por paciente es propio de la “sanidad veterinaria”, defendió que muchos enfermos requieren una atención de “16 o 24 minutos”.
Salvador Tranche concluyó su intervención reclamando “gestionar la presencialidad y la tecnología de una manera proporcional, centrada en las necesidades de los pacientes, que no siempre pasan por la Atención Primaria”.
(SERVIMEDIA)
22 Jun 2021
MST/pai