Durante su participación en la segunda edición del Foro Económico Internacional, organizado por ‘Expansión’, Galán defendió que el mercado europeo de derechos de emisión de CO2 es la “herramienta fundamental para favorecer las energías limpias”, y manifestó su apoyo al “principio de quien contamina, paga”

Los derechos de emisión de CO2 son una fórmula que la UE implantó para poder cumplir con sus compromisos medioambientales y reducir las emisiones netas de dióxido de carbono. El precio de este sistema de comercio se ha disparado en las últimas semanas y, junto a la subida del precio del gas natural, situado en máximos históricos, ha motivado la reciente subida de la factura de la luz.

Además, está en el centro de la polémica después de que el Gobierno haya aprobado un recorte en el llamado "dividendo de carbono” de las nucleares y las hidráulicas en unos 1.000 millones de euros para abaratar la factura. Los también llamados “beneficios caídos del cielo” son un mecanismo que paga a la nuclear e hidráulica el mismo precio que a las fuentes más contaminantes cuando estás se han encarecido por, entre otras cosas, la subida del C02 y que el Gobierno detraerá ahora en aquellas plantas de construcción anteriores al 2005.

“En situaciones coyunturales no se pueden tomar decisiones estructurales”, señaló Galán en referencia a este medida. En esta línea, el presidente de Iberdrola aseguró que no “es cierto” que las instalaciones de energías renovables construidas antes de 2015 estén amortizadas y pidió “seguridad jurídica y certidumbre” al Ejecutivo para invertir.

“No tenemos que rasgarnos las vestiduras porque el precio del CO2 sube o baja. Es la herramienta definida y designada por la Unión Europea para hacer la migración de sistemas de una forma homogénea y que todo el mundo conozca. Si uno quiere producir con una energía antigua, pues compra los derechos y sigue con su inversión”, explicó Galán.

En este sentido, el presidente de Iberdrola recordó que el precio de la energía puede subir o bajar “en función de los objetivos climáticos” de la UE y subrayó que estos fondos van destinados a los Estados miembro, que son los que recaudan los derechos de emisión de CO2. En el caso de España, Galán cifra los ingresos en 2.500 millones de euros al año.

“Cuando se dice que los precios de la energía han subido por el CO2 significa que las arcas de Hacienda han ingresado 2.500 millones por esos precios que están dentro de un mercado organizado a nivel europea”, concluyó.