En su turno de defensa de la iniciativa, la portavoz del grupo parlamentario proponente, Lucía Muñoz, advirtió de que el actual desarrollo tecnológico “trae muchas ventajas, muchos beneficios, pero también implica una serie de riesgos para los que tenemos que estar alerta”.

“El uso abusivo de estas tecnologías, como los móviles, es uno de ellos”, espetó, al tiempo que lamentó cómo, en el ámbito laboral, la “exigencia de disponibilidad tecnológica también está mermando el derecho al descanso y a las vacaciones” de los trabajadores.

Para el grupo proponente resulta “necesario seguir estudiando” el “alcance” de estos “problemas” así como adoptar medidas para “reforzar” la prevención de riesgos laborales con el fin de “hacer efectivo el derecho a la desconexión digital”.

En este sentido, en su defensa de las enmiendas presentadas, por el PP Diego Gago consideró “preocupantes” fenómenos como la nomofobia –miedo a no disponer del teléfono móvil- y estimó que existen “millones de tecno adictos en España”, entre los que se incluyó.

No obstante, si bien se mostró “de acuerdo en el fondo el problema”, criticó la “carga ideológica” que, a su entender, presenta la propuesta en torno a un asunto “tan claro y tan neutro como la adicción tecnológica” al “mezclar problemas de adicción y dependencia tecnológica con derechos y relaciones en materia laboral”.

En la misma línea, por Vox, Tomás Fernández subrayó que el asunto de la desconexión digital “no es un tema para tratar en esta Comisión”, si bien estimó “oportunas” ambas reivindicaciones.