La acción simbolizó el funeral de varias especies amenazadas, pues, según Extinction Rebellion, en un año desaparecen las especies animales que se hubieran perdido en 100 años y un 40% de las especies vegetales está en riesgo. "El ritmo de extinción se acelera", apuntó este movimiento.

Con ello, Extinction Rebellion se unió con la Fundación Internacional Baltasar Garzón (Fibgar) en la campaña internacional 'Stop ecocidio'. "Si creamos el crimen internacional penal se podrá apuntar a los responsables directos de un ecocidio: estamos hablando de directores ejecutivos de corporaciones o miembros de gobiernos que dan permiso para que se produzcan estas prácticas. Nadie quiere ser comparado con un criminal de guerra", señaló Maite Mompó, directora de la campaña 'Stop Ecocidio' en España.

Apuntar a los responsables directos no es una utopía jurídica, según los activistas, que recuerdan que recientemente la Justicia neerlandesa condenó a la petrolera Shell a reducir sus emisiones de CO2.

La campaña 'Stop Ecocidio' parte de un movimiento internacional lanzado por la jurista Polly Higgins y reclama a todos los Estados su apoyo para que la Corte Penal Internacional reconozca el delito de 'ecocidio'.