Adicciones
Proyecto Hombre urge a “regular y reforzar” la legislación sobre el consumo de alcohol en menores
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La asociación Proyecto Hombre urgió este miércoles a “regular y reforzar” la legislación sobre el consumo de alcohol en menores, cuyo proyecto de ley es una de las principales iniciativas que la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas pretende impulsar a lo largo del presente ejercicio.
Así lo demandó su presidente, Alfonso Arana, durante su comparecencia ante la Comisión Mixta para el Estudio de los Problemas de las Adicciones, a instancias del Grupo Parlamentario Popular en el Senado, para explicar las actuaciones y propuestas que llevan a cabo desde esta asociación para prevenir determinadas conductas y adicciones.
Durante su intervención, Arana consideró “importante” que se legisle en torno a este asunto y admitió que su organización lleva “bastantes años detrás de que se haga una intervención a nivel legislativo para que se regule y refuerce” dicha normativa.
Junto a ello, llamó a “buscar” la forma de financiar a las entidades del Tercer Sector para ayudarles a que “puedan realizar su tarea”, consciente de que, con la actual “crisis de supervivencia económica” que afrontan algunas, “tener que, todos los años, depender de la búsqueda de financiación externa es bastante costoso” para los centros y les “quita fuerzas de lo más importante, la atención a las personas que tienen una problemática de adicciones”.
Arana defendió que Proyecto Hombre, presente en 15 comunidades autónomas y con más de 30 años de experiencia, ha tenido “aciertos y también fracasos”. “De todo ello hemos aprendido y seguimos en actitud abierta para continuar generando esperanza y dando una respuesta eficaz a quienes confían en nuestros programas para que vayan encontrando un camino de vuelta a una vida saludable”, abundó.
El responsable de la asociación repasó las principales conclusiones reflejadas en el Observatorio Extraordinario de la Asociación Proyecto Hombre, que recoge los datos de los años 2013 al 2019, y recordó que su trabajo se fundamenta en un método educativo y terapéutico que promociona, desde un abordaje psicosocial, la autonomía de las personas en el tratamiento.
Tras precisar que el año pasado la organización atendió a unas 18.200 personas, con respecto al tipo de adicción, subrayó cómo, en los últimos ejercicios, el porcentaje de usuarios que piden ayuda a Proyecto Hombre por una problemática relacionada con las apuestas “ha ido creciendo año tras año”.
En cuanto a sustancias, aquellas más consumidas por los demandantes de tratamiento son cocaína, alcohol y cannabis y, con respecto a esta última llamó a “no criminalizar ni banalizar las consecuencias del consumo de ésta y de todas las sustancias” así como a “trabajar y mantener la percepción de riesgo” para luchar contra la estrategia del “lobby pro normalización, que ha hecho una muy buena campaña”.
PANDEMIA
Preguntado por la respuesta de Proyecto Hombre durante la pandemia, advirtió de que la crisis “pilló” a cerca de 1.200 personas en centros residenciales y, dependiendo de la comunidad autónoma, se decidió que regresaran a sus domicilios para seguir un tratamiento telemático o que permanecieran en la comunidad terapéutica, algunas de las cuales terminaron el confinamiento “con cero contagios y cero abandonos”.
“En la cultura de las comunidades terapéuticas existía la experiencia del sida en los años 80 y 90 y, en parte de esos equipos, ese referente histórico sirvió para afrontar la nueva situación”, abundó, al tiempo que puntualizó que durante la pandemia también se ha asistido a la “explosión” de situaciones de conflicto en el ámbito familiar.
Junto a ello, recordó que en los últimos años también ha comenzado a trabajar el elemento de la perspectiva de género con programas específicos para mujeres, que representan apenas el 15% de las personas en tratamiento y presentan un perfil de “alta vulnerabilidad” dado que, entre otras cuestiones, disponen de “muy pocas redes de apoyo”.
Por lo que respecta al uso de psicofármacos en este colectivo, advirtió de que su consumo aumentó durante el confinamiento, si bien aseveró que la “problemática” vinculada a las adicciones surgida durante la pandemia se podrá valorar “dentro de uno o dos años”.
Arana admitió la importancia de seguir “potenciando” tanto los programas de prevención como los tratamientos desde la “perspectiva biopsicosocial”, al tiempo que también puso en valor el trabajo de prevención que realiza la asociación, cuyas acciones llegaron a más de 100.000 personas en el último ejercicio en el ámbito escolar, familiar y comunitario así como laboral.
En este punto, reclamó a las administraciones una “visión conjunta” para abordar y “entender” el fenómeno de las adicciones desde una perspectiva biopsicosocial o sociosanitaria. “A veces parece que funcionan por libre ambas patas, pero hay que intentar tener una visión conjunta que tenga toda la perspectiva”, agregó.
(SERVIMEDIA)
02 Jun 2021
MJR/clc