Lo dijo durante su comparecencia en la Comisión de seguimiento del Pacto de Estado contra la Violencia de Género en el Senado en la que dejó claro que “todas las mujeres asesinadas, sus hijos e hijas, todas las víctimas de violencia machista, continúan siendo una cuestión trascendente de Estado que nos hace estar aquí por y para ellas”.

Irene Montero expuso que desde 2003 un total de 1.092 mujeres han muerto por violencia de género en España, de las cuales 14 han sido asesinadas en 2021. También explicó que desde 2003, esta lacra ha dejado huérfanos a 310 menores, seis de ellos este año; mientras que desde 2013, 39 niños han sido asesinados en este ámbito, dos de ellos en lo que llevamos de año.

Añadió que entre los días 17 y 19 de mayo fueron asesinadas cinco mujeres y un niño, lo que pone de manifiesto que España vive una “situación de alarma machista”, no sólo por estos crímenes, sino porque determinados “actores sociales, políticos e institucionales niegan la gravedad de esta certeza”.

Recordó que el pasado viernes convocó una reunión urgente en el seno del acuerdo del Pacto de Estado para proponer “la constitución de un espacio de trabajo interinstitucional para trazar un plan de revisión y modernización de las actuaciones contra la violencia de género”.

Urgió a fortalecer dicho Pacto de Estado “a nivel social, político e institucional” y a pergeñar una “mayor unidad feminista para hacer un cordón frente al negacionismo”.

Por último, comentó que la normalización del discurso de la extrema derecha “tiene consecuencias en la vida de las mujeres”, por lo que “tenemos una responsabilidad fuerte” para combatir el negacionismo de Vox, especialmente aquellos partidos que gobiernan gracias a su apoyo, en una alusión velada al PP.

Por su parte, la senadora Yolanda Merelo Palomares (Vox) repitió el tradicional mensaje negacionista de su grupo en esta cuestión al aducir que la lucha contra la violencia de género “no funciona porque no se basa en la verdad”, ya que, desde su punto de vista, se basa en “datos falsos y manipulados que demonizan a los hombres”.

Acusó al Gobierno de utilizar “medios perversos” que “crean nuevas víctimas” y colocan en una situación de “desamparo” a “hombres, ancianos, niños y personas homosexuales”, lo que le dio pie a exclamar que la “injusta y totalitaria ley de violencia de género no protege a las mujeres y criminaliza a los hombres”.

También se escandalizó con aquellos hombres que “votan a partidos que no respetan su presunción de inocencia y creen que el hombre es violento por naturaleza”, llegando a “destrozar sus vidas”.

Tras exigir, sin datos, que se combatan “las falsas denuncias que tanto daño hacen a las víctimas verdaderas” y abominar de las “cuotas por género”, deploró que el Gobierno “no condene con la misma intensidad las manadas de inmigrantes que las de hombres blancos”.