Ciencia
Investigadores del CSIC descubren un nuevo mecanismo para controlar la maduración del tomate
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) anunció este viernes que un grupo de investigadores del Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas (Ibmcp), centro mixto del CSIC y la Universidad Politècnica de València (UPV), ha descubierto que un mecanismo genético denominado “Chlorad”, implicado en el envejecimiento de las hojas de las plantas, juega un papel decisivo en el proceso de maduración del tomate.
El CSIC explicó en un comunicado que los tomates con un sistema ‘Chlorad’ activado se ponen rojos más rápidamente y acumulan más “licopeno” que es un compuesto beneficioso para la salud. De esta manera, se producen tomates de mayor calidad.
En los tomates la maduración cambia su color de verde a naranja y rojo. El verde se debe a la presencia de clorofilas que en los “cloroplastos” (órganos encargados de realizar la fotosíntesis) de los frutos inmaduros. Cuando estos maduran, los cloroplastos pierden las clorofilas y producen grandes cantidades de otros pigmentos llamados “carotenoides”.
Los carotenoides del tomate son de color naranja y rojo, por ello, cambian de color al madurar. Además, estos carotenoides forman aromas que derivan en el olor de los tomates maduros y agregó que para que todo esto ocurra, es necesario que los cloroplastos se transformen en un tipo nuevo de compartimento almacenador de carotenoides denominado “cromoplasto”.
Un grupo de investigación de la Universidad de Oxford (Reino Unido), en colaboración con el Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas (Ibmcp) de Valencia, ha desvelado en un artículo publicado en la revista ‘Nature Plants’ cómo la planta del tomate controla la transformación de cloroplastos en cromoplastos
El núcleo de la investigación, según el CSIC, nace de la ‘Arabidopsis’, una planta que no desarrolla cromoplastos de forma natural, pero que sí transforma sus cloroplastos durante el proceso conocido como “senescencia foliar”, en el que las hojas envejecen, pierden clorofila y dejan de hacer la fotosíntesis. Durante este proceso, el Chlorad se encarga de “eliminar complejos presentes en la capa externa de los cloroplastos que importan proteínas necesarias para la fotosíntesis”. A través de la investigación se comprobó que el sistema Chlorad también funciona durante la maduración del tomate.
(SERVIMEDIA)
21 Mayo 2021
XSF/gja