Antes, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, también se puso en contacto con Felipe VI, para informarle de lo que estaba ocurriendo en ambos enclaves españoles en África, sobre todo en Ceuta, donde más de 6.000 personas, de ellos más de 1.000 menores, llegaron a nado a la ciudad bordeando el espigón fronterizo sin obstáculos por parte de Marruecos.

Vivas calificó de “estado de excepción” la situación que se está viviendo en Ceuta, mientras que de Castro considera "inadmisible" la actuación de Marruecos.