Así lo aseguró en una entrevista en Cope recogida por Servimedia, en la que desglosó las grandes líneas de la Memoria de Actividades de la Iglesia, que la CEE está presentando estos días en diversos foros. El documento, precisó Argüello, muestra que casi ocho millones de españoles marcaron la equis a favor de la Iglesia en la asignación tributaria de la renta declarada en 2020 de 2019, lo que supone una aportación de unos 300 millones de euros, 16 millones más que el año anterior.

Durante la entrevista, el portavoz de los obispos reconoció la sintonía que hay entre el Ejecutivo y la CEE en algunos aspectos, como la atención de la pobreza y las migraciones, pero lamentó que en otros asuntos de calado ético se pida a los prelados que se metan en la sacristía.

“Es la dificultad que estamos experimentando. En asuntos concretos, de la presencia de la Iglesia en muchos aspectos de la acción social, o incluso en cuestiones que tienen que ver con los números, con las inmatriculaciones que tanto han dado que hablar, con el régimen fiscal, hay una posibilidad de diálogo e incluso de entendimiento, con muchísimo menos ruido del que luego aparece en los medios e incluso en el propio Congreso de los Diputados”, aseguró.

“Pero, en estas cuestiones que suponen una verdadera propuesta de la comprensión de la persona y de organización de la vida social, que no es lo mismo organizar la vida social pensando que somos una suma de individuos o que se realiza más desde la clave de familia de familias, con la misma comprensión de la persona y de la familia, aquí tengo que reconocer que nuestras dificultades para el diálogo y el entendimiento son mucho mayores”, añadió.

El secretario general del Episcopado señaló un aspecto concreto, el de la educación, que según su perspectiva “tiene que ver mucho con la comprensión de la familia y los principios éticos”. “Aunque hemos hecho un gran esfuerzo en algo muy específico que corresponde a la CEE que es el diálogo sobre la asignatura de Religión, queriendo ofrecer un posibilidad real de pacto, vemos que en la comprensión global de temas antropológicos que tienen que ver con proyectos de ‘ingeniería social’ tenemos más dificultades para entendernos”.

Durante la entrevista, Argüello subrayó la columna vertebral de la actividad de la Iglesia es “la manía que tenemos los españoles de reunirnos los domingos a rezar el padrenuestro y celebrar la eucaristía, recibir el amor de Dios, y tratar a lo largo de la semana entregar ese amor y ser signo concreto de fraternidad en las diversas experiencias en las que la Iglesia está presente, muchas de ellas tienen que ver con los llamados pilares del bienestar, que no puede resolver sólo la acción estatal o pública", en cuestiones como la sanidad, la educación y los servicios sociales.

Asimismo, comentó que la Memoria refleja que en 2019 la Iglesia atendió a cuatro millones de personas en sus centros de labor social, lo que manifiesta la labor caritativa de los católicos y que se hace eco de los datos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) que sostienen que nueve millones de españoles van asiduamente a misa en España.