Medio ambiente

El Defensor del Pueblo denuncia monterías habituales para cazar ciervos y jabalíes en Monfragüe

MADRID
SERVIMEDIA

La caza de montería es "habitual" en el Parque Nacional de Monfragüe (Cáceres) con el pretexto de controlar las poblaciones de ciervos y jabalíes, cuando esa actividad debería ser excepcional, según asegura el Defensor del Pueblo en su informe anual de 2020, registrado este jueves de forma telemática en el Parlamento.

La institución dirigida en funciones por Francisco Fernández Marugán explica las actuaciones llevadas a cabo tras recibir una queja que denunciaba la práctica habitual de actividades cinegéticas, sobre todo monterías, en el Parque Nacional de Monfragüe con la excusa de controlar la población de ungulados -ciervos y jabalíes, sobre todo, pese a que la Ley de Parques Nacionales prohíbe la caza deportiva y comercial en esos espacios naturales protegidos.

El Defensor del Pueblo solicitó información en tres ocasiones a la Consejería para la Transición Ecológica y Sostenibilidad de la Junta de Extremadura sobre la justificación legal y técnica de las prácticas cinegéticas para el control de poblaciones de ungulados en Monfragüe, entre otros aspectos.

Las monterías son una modalidad de caza mayor consistente en batir una superficie de terreno, denominada mancha, mediante recovas de perros y batidores que levantan las piezas para dirigirlas hacia cazadores colocados en puestos fijos.

La Ley de Parques Nacionales y su plan director establece, con criterio general, que la caza deportiva y comercial está prohibida en esos espacios, que el control de poblaciones puede realizarse con artes cinegéticas sin que ello suponga un riesgo o una amenaza para la preservación de los valores ecológicos y que la caza comercial que se desarrollara antes de la declaración de un parque nacional debe dejar de practicarse en un periodo máximo que fije la norma que declara el espacio como parque nacional.

"En el caso de Monfragüe, este esquema general se está viendo invertido al convertir la caza comercial, es decir, con ánimo de lucro, en una forma habitual para llevar a cabo el control de poblaciones", sentencia el Defensor del Pueblo, que añade que ha apreciado "contradicciones" entre las normas particulares de ese parque y las generales que regulan esos espacios protegidos, así como "omisiones y deficiencias" en los requisitos para controlar las poblaciones de ungulados.

“TIEMPO INDEFINIDO”

Para el Defensor del Pueblo, que las normas particulares de Monfragüe habiliten la caza comercial como forma de control de poblaciones "por tiempo indefinido" vulneraría su prohibición recogida en las normas generales aplicables en todos los parques nacionales.

"Este mecanismo estaba previsto con carácter transitorio, como exige la Ley de Parques Nacionales, pues se establecía un plazo de tres años para que la Administración acordara con los titulares de derechos la eliminación de la caza comercial. No parece haberse cumplido. Y se dice 'parece' porque la Administración no ha sido clara respecto a que efectivamente se venga produciendo la explotación comercial de la caza en Monfragüe con el pretexto de controlar la población de ungulados ni antes ni después de concluido dicho período transitorio", apunta la institución.

Por ello, el Defensor del Pueblo insta a la Junta de Extremadura a impulsar cambios normativos que "despejen las dudas sobre la inviabilidad de practicar la caza comercial (es decir, con ánimo de lucro) en el parque nacional con la justificación de realizar un control de poblaciones, tanto de ungulados que constituyan fauna autóctona, como de las especies alóctonas y de los predadores".

"No puede concluirse que el control de poblaciones mediante artes cinegéticas se realice de manera excepcional, sino que tiene carácter habitual", señala el Defensor del Pueblo, que concluye que las acciones cinegéticas que se practican en Monfragüe son "'de tipo montería', aunque la Administración no lo afirma explícitamente".

(SERVIMEDIA)
06 Mayo 2021
MGR/gja