Desde Pozuelo de Alarcón, en un mitin junto a la presidenta de la Comunidad de Madrid y candidata del PP, llamó a los ciudadanos a ir a votar “con concordia, ilusión, esperanza, ganas, principios, valores, orgullo de lo que hemos hecho y ambición por lo que vamos a hacer” si “el mejor partido de España” gana los comicios del 4-M.

Casado afirmó que “no es una hipérbole” decir que “la libertad está en riesgo” en estas elecciones autonómicas, ya que el “problema” del Gobierno central es que “no saben cómo gestionar y están intentando debilitar todas las libertades”. “Sánchez es como un Rey Midas averiado: todo lo que toca lo debilita y lo descompone”, aseveró.

El líder de la oposición opinó que “lo peor que ha hecho la izquierda es volver a resucitar el dóberman, el miedo”. “Es patético”, deploró el presidente de los populares, para quien “es terrible que en política se te acaben los argumentos y se te acabe la decencia” y empieces a “atemorizar” a los madrileños.

“A los mayores les dicen que no salgan a la calle, que van a morir, que los hospitales están colapsados. Y es falso”, sentenció Casado, quejándose a la vez de que “a los jóvenes les dicen que no hay solución, que necesitan estar dependiendo de lo que el Estado les regale, que no hay futuro”, y también “es falso”.

Del mismo modo, el líder del PP catalogó de “falso” que a las mujeres “les dicen que no pueden salir a la calle” por la delincuencia; como también “es falso” que a los hosteleros se les diga que “tienen que tener una subvención porque no pueden abrir sus bares porque han sido un foco de contagio”.

“¡Se acabó el Madrid del miedo, del dóberman, de las mentiras!”, exclamó a continuación Casado, que también sostuvo que es “falso” el mensaje que pretende mandar la izquierda de que tiene posibilidades de gobernar. “No va a pasar porque vamos a volver a ganar” y se seguirá viviendo “en libertad” en base a “políticas eficaces”, vaticinó.

“Queremos libertad sin ira y unidad en las calles”, proclamó Casado, antes de subrayar que “no queremos ni piedras ni balas, ni boicot ni cordones sanitarios”. “Queremos concordia, paz civil, libertad, unidad, no una España en blanco en negro, sino una España en color que mira al futuro con esperanza, ilusión. Queremos ser útiles a la sociedad”, trasladó.

Avisó aquí de que “no está España para garrotazos”, más aún teniendo en cuenta que “demasiada muerte” ha habido este año a causa de la pandemia. “¿Cómo explicamos a 100.000 familias que no han podido despedirse de sus seres queridos por el maldito Covid-19 que estamos en una campaña con este tono, con estas disputas pequeñas, miopes y de baja política?”, planteó.

Igualmente, preguntó cómo se puede explicar a “los seis millones de españoles que buscan trabajo y no lo encuentran” que “estamos preocupados por lo que pasa en un plató o en una red social”. Tras ello, remarcó que “nosotros, a lo nuestro”, porque “nos pagan un sueldo para servir a los españoles” para resolver sus problemas y no para crearlos, “no para pelearnos, no para gritar ni para molestar a quien piensa distinto”.

En este punto, sostuvo que el 4-M “lo que se vota es que no nos cambien este Madrid”, pero también que desde ese día “podamos cambiar esta España que nos intenta recetar Pedro Sánchez”. Es más, enjuició que “a España le va a ir muy bien” si al presidente del Gobierno “le va mal” con el resultado electoral del PSOE en la Comunidad de Madrid.

Casado también exhibió su satisfacción por el acto en el que Joaquín Leguina y Nicolás Redondo Terreros acompañaron a Ayuso. Aprovechó para describir al PP como “un proyecto abierto, centrado, transversal, en el que caben todos”, por lo que abrió “la puerta a los madrileños que votaron a Felipe o Rubalcaba y que no se sienten identificados con Sánchez”.

Según su análisis, “la gente ya no aguanta las ganas de votar” y decidir su futuro en un momento en el que “no veíamos al PP de Madrid desde hace muchos años”, con tal grado de “ilusión y transversalidad social”. Opinó que “si algo ha caracterizado a esta candidata y a esta campaña es que ofrecen un proyecto donde tienen cabida todos”, por lo que “este año hemos conseguido que todo el mundo quiera estar en el PP”.

Previamente, la secretaria general del PP de Madrid, Ana Camíns, auguró que el 4-M los madrileños lanzarán “un mensaje muy contundente” que “va a resonar por toda España y sobre todo por las paredes de La Moncloa” y va a ser lo que “de verdad quite el sueño a Sánchez”.

Camíns, número tres de la lista de Ayuso, también aprovechó para recalcar que el PP condena “toda la violencia”, la sufra quien la sufra y venga de donde venga. También dejó claro su posicionamiento “siempre a favor” de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, algo que “no todos los partidos que se ponen muy estupendos defienden”.