Son las condiciones contractuales recogidas en la alianza que la aseguradora ha comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), tras haber informado a CaixaBank y Bankia Mediación sobre el ejercicio de su derecho de venta tras haberse completado hoy la fusión legal.

La alianza establecía dicho derecho de venta en caso de que uno de los socios perdiese el control accionarial, situación que ha tenido lugar con la inscripción del nuevo banco este viernes en el Registro Mercantil de Valencia con la absorción de Bankia por CaixaBank, y su posterior disolución como entidad jurídica independiente.

La ruptura, que en algunos medios se llegó a estimar que podría alcanzar una cifra de entre 600 y 1.000 millones de euros, implica que Mapfre puede invocar, como ha hecho, la venta a CaixaBank del 51% de Mapfre Vida en Bankia Mapfre, la resolución de su contrato de agencia para la distribución de seguros de vida, y también para la distribución de seguros No Vida suscrito entre Bankia Mediación y la aseguradora.

Conforme a la nota remitida a la CNMV, a CaixaBank le corresponde abonar un 120% del valor de mercado de ese 51% de la ‘joint venture’ en Vida y del negocio asegurador en No Vida, pero sin incluir el valor de la cartera de seguros en este último portfolio por ser los clientes de Mapfre. A partir del 1 de abril, los resultados generados por el negocio asegurador conjunto con Mapfre pasarán a consolidar ya en CaixaBank.

La comunicación efectuada por Mapfre a CaixaBank lo que hace es poner en marcha el proceso para efectuar la valoración de un negocio, el que regenta con Bankia y a través de sus sucursales, que supone un 2% de las primas mundiales del grupo y entre el 6 y 7% en España.

La aseguradora ya ha avanzado su interés en compensar esta pérdida, abriendo, incluso, la puerta a buscar otras alianzas. Se trata de una alianza con 22 años, de las más antiguas en bancaseguros en España porque la asociación de Mapfre con la entonces Caja Madrid fue casi pionera.

CaixaBank, entidad que integra a Bankia, desarrolla el mismo negocio a través de su filial de Vida y con SegurCaixa Adeslas, sociedad donde su socio estratégico es el grupo Mutua Madrileña. Esta situación hacía incompatible el mantenimiento de la asociación con Mapfre, ya que la ley exige optar por un solo socio asegurador en este tipo de convenios.