Álvarez Cascos ocupó la Secretaría General del PP entre 1989 y 1999. Según su declaración ante el tribunal que juzga el pago con dinero negro de la reforma de la sede del PP, nunca tuvo responsabilidad en la gestión económica de la formación, que estaba “nítidamente separada” de la responsabilidad política, que sí le correspondía. “Desconozco las funciones de otros órganos, yo no tenía ni ejercité ninguna responsabilidad de supervisión sobre el tesorero", sentenció.

El exsecretario general popular, el único que ha comparecido presencialmente en la vista, aseguró que nunca tuvo “conocimiento” de la existencia de una ‘caja b’ en el Partido Popular: "Yo de los papeles de Bárcenas solo conozco lo que han publicado los medios de comunicación”.

Cascos insistió en que todas sus retribuciones, “absolutamente todas, están declaradas a Hacienda” y reiteró que los apuntes contables de Bárcenas sobre esa contabilidad paralela “no tienen ninguna significación para mí".

De hecho, Álvarez Cascos afirmó tajante que los apuntes en los que se recoge que se le entregaron 421.693 euros “son falsos”. Negó haber recibido o entregado dinero alguno en varias ocasiones a lo largo de su declaración y acabó sentenciando que “el valor de esos apuntes es, sencillamente, ninguno".

El exministro y exdirigente popular defendió su gestión tanto al frente de la secretaría general del PP como en el departamento de Fomento y dijo que nunca había recibido donaciones de ningún empresario. También negó haber recibido una llamada del extesorero Álvaro Lapuerta para que recibiera a un empresario: “Eso no ocurrió jamás”, aseveró.

Y añadió: "Es imposible e inverosímil siquiera que alguien haya intentado siquiera procedimientos espurios para conseguir contratos públicos", puesto que bajo su mandato en Fomento se realizó una reforma legal para impedir el amaño de contratos públicos.

'EL MUNDO'

Antes había declarado el exdirector del diario 'El Mundo', uno de los que publicaron los ‘papeles de Bárcenas’, Pedro J. Ramírez, que apuntaló la versión dada ante el tribunal por el extesorero del PP acusado en este juicio, Luis Bárcenas.

El periodista explicó como mantuvo una conversación de cuatro horas con Bárcenas en junio de 2013 en la que éste le explicó cómo funcionaba la ‘caja b’ del PP porque tras el inicio de la investigación judicial se sintió abandonado por el partido.

Ramírez explicó cómo el extesorero le relató el contenido de las reuniones que supuestamente habría mantenido con el presidente del PP Mariano Rajoy y en las que éste pidió a su extesorero "templanza" y acabó destruyendo documentación relativa a esa contabilidad paralela.

"Bárcenas me contó que cada vez que llegaba un donante a Génova le recibía el tesorero -en ocasiones, en presencia de Bárcenas- y se producía una entrega de dinero en algún recipiente o bolsa y Álvaro Lapuerta apuntaba en pequeñas tarjetas de visita el importe. Bárcenas lo apuntaba en lo que él denominó como 'cuaderno de caja' y periódicamente ambos lo visaban". Ese dinero, según le dijo Bárcenas, se dedicaba entre otras cosas al pago de "sobresueldos a la cúpula del partido".

ATENTADO

Este martes también declaró en el juicio el que fuera presidente del Senado Pío García Escudero, cuyo nombre también figura como receptor de ciertas cantidades en los apuntes contables de Bárcenas.

En concreto, García Escudero habría recibido un préstamo de cuatro millones de pesetas (24.000 euros) del partido para hacer frente a los gastos que le ocasionó la explosión de un coche bomba de ETA en las inmediaciones de su casa en 2001.

El expresidente del Senado siempre ha reconocido que recibió el dinero pero sostiene que fue un préstamo sin intereses que se le concedió para hacer frente a esa situación y que devolvió mediante cuatro talones entregados entre 2001 y 2003, que quedaron puntualmente registrados en la contabilidad oficial del Partido Popular. García Escudero negó haber recibido sobresueldos.